Después de poco tiempo de volver a practicar el ciclismo de montaña porque a lo largo de un año he conseguido pasar de 114 Kg a 81Kg, seguir saliendo a disfrutar de la bici, que la estática es aburridísima.
Además, con otro ciclista también jubileta, habíamos programado la Ruta de Santiago en bici eléctrica desde Lisboa a partir del 17 de abril que no será posible, pero en cuanto lo sea, estamos decididos a retomarlo.
Por lo demás, volver a hacer vida normal, salir a la montaña, pasear y volver a hacer mis largos paseos por el bosque con mi perrita, que cada vez que la veo amodorrada y tristonga en el sofá de casa, se me parte el corazón.
En estos días, como estoy con tres de mis hijos siempre en casa, procuro, sobre todo practicar el buen humor y el buen rollo y cuando quiero que me ayuden, primero predicar on el ejemplo y luego pedirlo con calma, tranquilidad y educación.
Algo que es positivo es que estamos haciendo vida de familia e incluso he conseguido que a la hora de comer lo hagamos todos juntos.
La faena más grande en la casa, me toca de lleno, pero ya me va bien, porque así me mantengo ocupado unas cuantas horas al día.
Como ya dice el refrán que "no hay mal que por bien no venga", al menos estoy retomando una buena comunicación con mis hijos.