Es tu opinión, se te olvidó decir. Claro que es cierto, porque yo me refiero a lo que estamos definiendo como "Reloj de lujo".
Respecto a lo que es el "mercado del lujo", no, no es mi opinión sino el consenso de los que estudian el tema.
Puedo aceptar que para el caso de este hilo decidas, o decidamos, que vamos a hablar de otra cosa: el "reloj de lujo" como entidad diferenciada, aunque entonces me da la impresión de que va a ser difícil caer en la falacia del "verdadero escocés".
Me vienes a mencionar un caso muy particular y excepcional, como es el de Rolex.
No, no lo mencioné por ser una excepción, sino por ser un ejemplo paradigmático del sector y, más precisamente, en su aplicación en el ámbito de la relojería. Lo mismo puede decirse de la marcas del grupo Swatch, LHVM etc.
El precio de algunos modelos de Rolex es debido a que se han convertido en bienes especulativos. Con lo cual se añade una parte más a la ecuación. Sí, en este caso sí que estás pagando más por la misma calidad, debido a que mucha gente considera que hay una parte de inversión recuperable.
En este caso no me refería a su precio de mercado, en el que puede intervenir esa especulación de la que hablas, sino de su precio de venta en tienda oficial. El precio de un submariner de ¿cuánto? 8000€ no es especulativo, sino su valor de marca, lo mismo que los 4 ó 5000 de un spidey, etc. y, en cualquier caso, muy alejados de sus costes de producción. Tanto, que son básicamente irrelevantes.
Pero, dejando de lado esa cuestión especulativa, la marca te tiene que aportar algo si quiere vender más caro. ¿Verdad que no basta con que yo cree una marca, diga que es de lujo, y cobre un potosí, únicamente a base de marketing? Claro que no, para llegar al prestigio de marca tienes que empezar ofreciendo algo que otros no ofrecen. Rolex no ha llegado hasta ahí únicamente a base de marketing.
Pues eso es exactamente lo que ha hecho.
Y eso es exactamente lo que "se" hace. Caso "de libro", Richard Mille: fundada en 2001 (no podemos decir que sea marca de excepcional tradición) directamente como "marca de lujo", es decir, sin ninguna necesidad de pasar por la fase de "reconocimiento" para colocarse por sus "méritos propios" en "el lugar que le corresponde". Es más, fundada por (obviamente) Richard Mille, ¿estudioso de los intrincados arcanos de la orología tradicional? ¿persona dotada y con una vida dedicada a mejorar los estándares técnicos de su profesión? No: estudiante de
marketing, cuyos conocimientos aplicó a la relojería porque nació donde nació. Y, coherente con lo que dije en mi anterior mensaje, en un fecha para la que lo que es el "mercado del lujo" y cuáles son sus motores principales es ya bien conocido. En resumen: los relojes son un elemento constructivo, pero secundario, al objetivo principal, que es la creación de marca.
Esa es tu definición del "sector del lujo", de las muchas posibles que hay, el "lujo para todos" que han creado algunas marcas. Yo no me refiero a eso, me refiero a un mercado verdaderamente exclusivo. Todo eso que mencionas son baratijas para que la clase media crea que puede tener lujo.
Es que eso es el "mercado del lujo". De lo que (quizá tú hablas) es de empresas con un target de alto poder adquisitivo, que es parecido, pero no es lo mismo (y cada día es más parecido dada la ya comentada segmentación dentro del propio "mercado del lujo" y su ampliación hacia arriba). Lo que digo en el primer párrafo: lo que estás diciendo es que Rolex no es una marca de lujo. Hay que estirar mucho las definiciones para que no lo sea.
Pero vaya, puedo entender que prefieras hablar de eso y, en ese caso, tienes razón. Matizaría únicamente, que ese que llamas "mercado (tradicional) del lujo" podría diferenciarse por tiradas cortas
fruto (esto es importante) de la escasez o el tiempo implicado en sus producciones, pero lo hacen también principalmente y en la generalidad de los casos, por precio. No es lo mismo "no es posible fabricar/construir/cultivar más de 100 piezas al año y por eso tengo que venderlas a 100.000 la unidad" que "no quiero fabricar/construir/cultivar más de 100 piezas al año porque si no, no podría venderlas a 100.000 la unidad".
Hablamos de productos que sólo están accesibles a una selecta clientela. Si no son exclusivos, si los puede tener cualquiera, ya no son verdadero lujo. Productos cuyas marcas y logos (incluso carecen de ellos) no son reconocibles fácilmente por la mayoría: sólo los identifican entre sí sus selectos clientes, y por supuesto no se venden en centros comerciales, hablamos de gente que paga con tarjeta negra, de eso hablo.
Entiendo de lo que hablas porque, ciertamente, ese mercado ha existido: es el de los "huevos Fabergé". Son caros (me refiero a cuando se fabricaron, no ahora como piezas de museo) porque son naturalmente escasos, fabricados con materiales caros y a expensas de un gran número de horas de los mejores artesanos disponibles. Pero es que ese mundo ha desaparecido en gran medida: si Fabergé hubiera tenido acceso, como hoy, a la oferta laboral de todo el mundo, en lugar de únicamente la de los alrededores de su fábrica, que no podía ser deslocalizada a un país con mano de obra más barata, esa exclusividad "natural" habría desaparecido porque ya no sería "intrínseca". Que es lo que ocurre hoy: al contrario que Fabergé, Rolex, o Mille, o cualquier otro, podría multiplicar por diez o por cien su producción prácticamente de hoy para mañana pero no lo hacen no porque no puedan, sino porque no quieren. Tan o más importante aún, de nuevo al contrario que Fabergé, su producción no está limitada a la existencia de artesanos de calidad uno-entre-mil, sino en sistemas fabriles perfectamente reproducibles por cualquier otro (por eso la construcción de la marca va "por delante" en lugar de ser resultado de ese esfuerzo productivo como fue el caso tradicionalmente).
La conclusión es que el Agua de Colonia, o el reloj, o el coche que antes realmente no podía venderse por menos precio de lo que se hacía pero que, prácticamente, por más tampoco porque sus clientes, además de naturalmente escasos solían ser buenos conocedores de lo que compraban, ahora se monetizan al revés: no es caro porque es bueno, se considera bueno, principalmente, porque es caro.