El lujo (simplificando, me refiero a un producto de lujo) reside en la proporción de gente que puede tener acceso a un producto.
Si es muy poca, es un producto de lujo. Si es mucha, no lo es.
Entiendo lo que dices y tiene todo el sentido del mundo, pero según ese criterio es imposible hacer una clasificación de relojes de lujo porque ésta depende directamente del poder adquisitivo de la población que podrá tener acceso, o no, a ese hipotético reloj, o coche, moto, etc.
Yo
creo que para definir un producto de lujo tiene que haber unos criterios universales (a decidir), pero válidos para cualquier persona en el globo. El precio, obviamente, marca uno de los factores muy a tener en cuenta para definir a un reloj de lujo, pero hay mucho más que se debe cumplir.
Pongamos como ejemplo mi pueblo, con el salario mínimo medio de España. Pongamos un Richard Mile como reloj de lujo. Cumple todos los criterios de calidad, intangibles, etc, además del precio para según tu criterio ser considerado reloj de lujo. Imaginemos que mañana toca un megapremio de la lotería en el pueblo que convierte en millonarios a todos los vecinos, sin excepción. ¿Ese mismo reloj pasa a tener la categoría de un Lotus ? (sin querer menospreciar a esta marca a la que, por cierto, tengo mucho cariño). Desde mi punto de vista no. Sigue siendo el mismo reloj, las mismas calidades, manufactura, etc. Que esté accesible a más gente no lo convierte en un reloj corriente.
No obstante, entiendo perfectamente tu planteamiento, porque también tiene mucho sentido.
Saludos