Mi error más claro, fue en uno que compré con poca meditación (encima en el mercado gris, en dólares y fuera de la UE, que subió de precio más de lo esperado con los impuestos y el transporte). Al mes de comprarlo ya no me gustaba. Me vacunó un poco para no cometer de nuevo ese error. Ahora, antes de comprar una nueva pieza, le doy vueltas y vueltas, dejo que pase el tiempo, pregunto a mucha gente (aunque en el fondo creo que lo único que quiero es que refuten mi opinión), leo sobre su historia, sobre sus características, me empapo de la publicidad de la marca para tener argumentos frente a otros y frente a mi mismo y, si pasado un tiempo, aún me sigue interesando, lo compro. Por supuesto, si entra dentro de lo que me puedo permitir, que esa es la fase previa, je, je.
Y, aún con todo, los gustos van cambiado y es fácil que un reloj que tienes y antes te encantaba te deje de gustar y pase a gustarte otro para el que hay que iniciar una nueva compra.
Así, de forma general, por ejemplo, los divers me encantaban, luego pasaron a no gustarme nada y ahora me vuelven a gustar. Al menos, como no soy de vender mis relojes, pasado un tiempo he recuperado para el uso algunos que había dejado de poner.