L
luis
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Ayer, día de la madre, tratando de inocular a la parienta nuestro querido virus de la CRI, y siguiendo las enseñanzas de Manoloyloles (en Navidad) y de Carlos F., mi hija y yo le hemos regalado un reloj que representa un pequeño capítulo de la historia de Longines: El Longines Weems, de 33 mm. de diámetro sin contar corona. Un gran paso en cuanto a tamaño se refiere, pues hasta ahora mi mujer ha usado “chinchetillas”(como Jaime los denomina) aunque eso sí, con el pequeño temor de que le empiecen a gustar los grandes y se acabe comprando un Submariner o un UN, como ne-no.
Este Weems, y quiero recalcarlo ahora que el FCV ha atravesado unos momentos un tanto turbulentos, lo adquirí a través del mismo a Jesús, nuestro compañero, moderador, y sobre todo amigo. El reloj, tal y cómo él mismo dijo en la descripción al ponerlo a la venta, está IM PO LU TO. Os pongo unas fotos, y a continuación hago una pequeña reseña de la historia que representa este “pequeño” de 33 mm.(entonces los relojes de piloto eran pequeños y con diales claros, y no fue hasta finales de los ´20 cuando “crecieron” e incorporaron diales negros).
Veréis como no se observa arañazo alguno tanto en bisel como en cristal.
En la siguiente se observa el fondo, pulido a espejo, en perfecto estado, sin arañazo alguno, y eso que, como bien sabéis, los macros delatan lo que a simple vista pasa desapercibido.
En la siguiente se ve perfectamente el número de pieza dentro de la serie limitada a mil unidades, y un detalle sobre el que llamo especialmente la atención, y es el uso del término “réplica”, en una reedición de un modelo histórico de la propia marca. Término que, sin ánimo de entrar en discusiones semánticas, en mi humilde opinión, deberíamos dejar de usar para referimos a falsificaciones, o bien a imitaciones de diseños. Yo mismo lo he usado repetida e indebidamente en esos casos.
En la siguiente, mi mujer con su Weems
Una foto del movimiento, el archiconocido 2801-2 de ETASA, montado, si no me traiciona la memoria, en el Meistersinger Scrypto 1Z, y hermanito a su vez, del 2804-2 del Davosa Classic (la variación de uno a otro es el calendario en este último). Cuerda manual, 17 rubíes, 28.800 a/h, y 42 h. de reserva de marcha.
La historia del Longines Weems se desarrolla en los momentos de mayor esplendor de la marca, esto es en los años ´20 y ´30. En estos años adquieren gran relevancia como herramienta militar y de observación los aeroplanos y dirigibles, y Longines se mostró como el compañero fiel y constante de muchos de los aviadores pioneros. Así, y paralelamente a la evolución de los aeroplanos de los raquíticos cajones de madera a los aerodinámicos fuselajes metálicos, adquiriendo mayores alturas de vuelo, se agudizaban los problemas de magnetismo, humedad, y bajas temperaturas que llegaban a solidificar los aceites tradicionales usados en las mecánicas de los relojes. Longines estaba entonces prácticamente en la vanguardia en la solución de esos problemas, tal vez como consecuencia de sus repetidas experiencias árticas, como por ejemplo la de 1.889 en la expedición al Polo Norte del Duque de Abruzzi, con seis Longines que soportaron temperaturas de 20 grados bajo cero, o la llevada a feliz término por el canadiense J. E. Bernier en 1.904, también al Polo Norte, con dos Longines Express Monarch
que tras 429 días tuvieron una variación de 14 y 4´´ de variación, dato este último que no tengo debidamente documentado, y que por lo sorprendente se me hace increíble. Os pongo foto de un impresionante Express Monarch.
Fue en esta coyuntura histórica en la que Longines desarrolló los que indiscutiblemente han sido sus dos relojes más famosos: El Weems y el Ángulo Horario (también llamado Lindberg, y ya con 42 mm. de diámetro).
El Capitán Philip Van Horn Weems, nacido en 1.889 en Montgomery County (Tennessee) profesor de Navegación en la Academia Naval de Annapolis
(estado de Maryland, U.S.A.), y experto en sistemas de navegación, trabajando con Longines ideó un reloj en el que se pudiera regular el horario al segundo mediante un bisel con una corona que lo fijaba en la posición determinada por el piloto según señal recibida por radio con la hora civil de Greenwich, corrección que era fundamental para calcular la posición, tiempo para llegar al destino, consumo de carburante, etc. Esta idea, que hoy nos parece tan simple, supuso un avance importante, y estuvo sujeto a patente, tal y como aparece en la esfera.
Es de destacar como anécdota que alumno aventajado de esta Academia Naval fue Charles Lindberg, pero esa es otra historia, y muy controvertida (que si aterrizó en París con un Bulova en la muñeca, que si era el Ángulo Horario, etc.).
El Weems se hizo en tres variantes:
Una con la corona de fijación del bisel a las 4, otra con la corona de fijación a las 2, y una tercera con un disco interno en vez del bisel, y la corona para hacerlo girar situada a las 4. Esta última es muy rara de ver, y las dos anteriores se pueden encontrar en el mercado de vintages, aunque en muy diferentes estados. Además hubo ligeras variantes en diales, números, etc. Como muestra, unas fotos de diferentes Weems:
Este fue destinado a uso de la RAF
Y la última, para no cansaros mas, es de un "imitador" de aquel momento. Siempre los ha habido.
Y como colofón, añadir que entre 1.922 y 1.929 Longines estuvo muy estrechamente unida al mundo de los pilotos, y presente en la consecución de diferentes récords, como el vuelo sin escalas entre Nueva York y Berlín realizado por Chamberlin y Levine a finales de los años 20, o el vuelo desde California a Australia realizado por Kingford Smith y Ulm, o cuando el dirigible capitaneado por Nobile sobrevoló el casquete polar ártico, etc, etc,
Gracias por llegar hasta aquí.
Un abrazo,
Luís
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