Pues, yo que nací desconfiado, por ello soy abogado, entiendo que a la gente le guste eso de comprar, vender, trastear, y tal, pero, el mundo està lleno de problemas. Yo nunca pregunto a un cliente: ¿Y por qué se fió del vendedor?
O, ¿No pudo verificar antes? etc. Asumo que la gente hace lo que en ese momento consideró oportuno.
Y es que a lo hecho, pecho, aunque pueda reclamarse, la mayoría de las veces son de imposible localización. Carnet falso, o ...
Para estas transacciones lo mejor es lo recomendado por los compañeros, en sede de la concesionaria del reloj, lo mejor. ¿Que no te dejan? ¡Claro que te dejan, cuando son ellos los que están verificando el reloj! Pero si lo que haceis es entrar, decir buenas, y hablar entre vosotros, y nada más, lo razonable es que no se haga allí.
*Anécdota:
En cierta ocasión, un notario me comentó que ya no ceden salas para reuniones de socios, salvo en contadas situaciones y con requisitos, porque en una notaría, alguien "pidió" una sala para una reunión. En efecto, llegaron las partes, y entró luego un señor, dijo que era el notario, y se pagó en efectivo (entonces se podía) y firmaron la compraventa de un piso.
Realidad: El que vendía vendía en falso porque no era dueño. El que compraba, de buena fe, pagó en billetes. El que actuaba como notario era un tipo con traje que entró luego en la sala, desconocido. Se fueron todos de allí, (en principio todos contentos) y un tiempo después llegó el "pagano" reclamando su escritura. Nadie sabía de él. Compró humo, pero pagó dinero. Por eso, cuidado. Estar en un entorno de "seriedad" no hace serios a los intervinientes, necesariamente.
De hecho la costumbre es que el comprador es el que elige notaría.
Cuidado, pues, siempre cuidado. Hay más listos de lo que parece.