Yo diría que lo que "no puede faltar" en ninguna "colección que se precie" son dos cosas, y ninguna de ellas es un reloj en concreto:
1. Sentimiento de colección: no es lo mismo coleccionar que juntar cosas. Así que, lo primero, tener conciencia de que, por la razón que sea (de cada uno la suya), se desea tener una colección de relojes.
2. Una vez que se ha decidido hacer una colección, ponerle un objetivo claro y seguirlo (en realidad, ocurre a la vez que lo anterior: nadie, salvo quizá un crío chico, quiere tener "una colección", sino "una colección de algo"). Si uno quiere hacer una colección, pero no tiene un criterio concreto, o no lo sigue, puede que aun así tenga una colección pero, desde luego, no una "colección que se precie".
Como se ve, en ninguno de los dos criterios anteriores aparecen modelos concretos, es más: el criterio de la colección establecerá qué relojes, por muy icónicos que sean, no pueden aparecer en ella, o no pueden aparecer juntos.
En mi caso concreto (que no es de coleccionista, sino de "arrejuntador" y aun de eso, poco), baso mi elección en tres criterios. De ellos, el más importante es el ámbito de uso, seguido por el gusto estético y finalmente, su relación calidad/precio.
Dados esos criterios, podría tener el SKX o el Seamaster, pero no los dos, porque ambos son "relojes deportivos de buceo" y mi "no-colección" amerita uno, pero no dos relojes con esas características (o casi: teniendo el Marinemaster, es quizá posible aunque improbable, que quisiese añadir un tipo "skin diver").
En efecto, en mi caso, cuando entró el Marinemaster, salió el Sumo, como habría salido el SKX para dar paso al Sumo, caso de haberlo tenido. Con mis criterios, al menos a precios de hace tres o cuatro años, mi impresión es que el SKX y el Sumo de primera generación ofrecían, más o menos, la misma relación calidad/precio y, para mi gusto al menos, no había gran diferencia estética, por lo que me decanté por el Sumo por su mayor "calidad absoluta". El Marinemaster (SBDX017), ofrece una relación calidad/precio bastante peor que la del Sumo o el SKX, pero también una calidad mucho más alta y un diseño que me complace mucho más, así que finalmente pasé por alto (después de darle muchísimas vueltas) el precio relativamente excesivo del Marinemaster a cambio de lo que ofrece y acabé comprándomelo.