Finalmente habrá que aceptar la realidad y quedarme con el casi en directo, porque el hecho de disponer de PC ahora me lleva a editar las fotos antes de colgarlas y eso ralentiza mucho el trabajo. Al final del último post os mostraré mi equipo de campaña...
Bien, esto va a ser una prueba de amor. Amor propio o por las parejas femeninas, porque vamos a ver al "rey de los joyeros", y ya se sabe quién suele ser la reina de la casa, hijas aparte.
Bromas también aparte, empiezo por Cartier y sus piezas femeninas, que podéis saltaros para ir a las masculinas, que valen -y mucho- la pena y una propina de Ferdinand Berthoud, la marca super-relojera de Chopard, con ediciones de cinco ejemplares.
Empezamos con un par de fotos de los escaparates. Cartier, más que un stand, tiene toda un área dedicada para ella sola. No por nada representa casi la mitad de la facturación del Grupo Richemont, y ha habido años que sin el casi.
Ya sabemos que todas las marcas, con muy pocas excepciones suelen tirar de catálogos antiguos y reediciones o "reinterpretaciones", pero si hay alguien que maneje eso con maestría es Cartier.
Empezando por las joyas con reloj y la icónica pantera
Al arte de la orfebrería se unen las artes aplicadas, como la marquetería con piedras duras (también hay diamantes). No hice foto a oscuras, pero esos ojos están rellenos de Superluminova y el efecto es hipnotizante
Como hipnotizante es ver "llover todos esos diamantes mientras van formado la cara de la pantera. Las piedras de fuera todavía son más...
Más marquetería, esta de madera. Eso sí, la legibilidad se resiente pero ¿a quién le importa?
El del fondo estaba de visita...
Aquí se ve mejor la hora, pero tampoco parece lo más importante a la hora de decidirse
El Panthere es uno de los relojes más icónicos de la marca. Recuperado el año pasado, parece que no le ha ido mal y este año repite.
En formato clásico...
¿Qué tal me queda?
... y formatos más
enjoyables
En fin, que la imaginación de Cartier no tiene límites
No, no hemos terminado (vuestras mujeres van a odiarme. O igual no son ellas...
)
Vale, no es relojero, pero es otro tipo de arte.
Que puede ser complicado...
... o extremadamente sencillo. Pero arte.
In crescendo...
Por cierto, ¿o acordáis de los "clavos de París"?
Cartier nació en París, y se nota
Bien, si has tenido la paciencia de llegar hasta aquí y lo tuyo no son los relojes de señora, ha llegado tu momento.
Los Santos recuperan tamaños de vestir y, como decía al principio, lo hacen con una elegancia marca de la casa.
Dos tamaños
Este es el grande (muñeca de 18). En oro rosa...
... mixto...
... y solo acero. Me enamoró. Eso sí sólo se hará en cuarzo.
Pero no sólo hay cuarzos. El Santos XL sigue por aquí y trae un crono bastante contundente. Manufactura Cartier, arranca y para con el pulsador a las nueve y resetea pulsando la corona. Muy suave en ambas acciones.
La versión en acero se combina con caucho
Vuelve el Tank Americaine, elegante como pocos. Punto negativo (para mí): sólo en oro, blanco o rosa. No hay acero.
Aunque eso no es lo más grave: igualmente en oro, el calibre del GMT es una pequeña escultura. Movimiento de manufactura, la corona superior pone en hora ambas "subeferas" y el pulsador de abajo adelanta una hora con cada pulsación.
Y, claro, me sienta de maravilla
... en cualquier color
Pues esto es lo que dio de sí Cartier. Un consejo: nunca subestimes lo que no conoces
Pasamos ahora a Ferdinand Berthoud, un nombre que Karl F. Scheufele, co-presidente de Chopard, se empeño en recuperar para ponérselo a la marca de la relojería más sofisticada de su grupo, aunque funciona como independiente y se inscribe en el "Carré d'Horlogers", una zona dentro del SIHH dedicada a ellos. Hace cronómetros de marina tamaño muñeca. Es una marca muy joven (no más de cuatro años), y propone series limitadas de piezas exquisitas. Las de este año se llaman FB-1 Oeuvre d'Or por razones que vas a ver enseguida. Son dos series de cinco unidades, una de ellas con caja de oro gris con diamantes talla baguette (que es lo que le pide cierto tipo de clientes) y la otra en oro rosa.
Esfera de oro fresada a mano con inscripciones igualmente ejecutadas a mano. Está atornillada desde atrás para -a diferencia de las primeras series, en el centro- ocultar los tornillos.
No sé si hacen falta más palabras...
Otra diferencia con las primeras versiones y que justifica su nombre es que la pletina posterior es también de oro rosa de 18 kilates.
Detalle. Esas incisiones "pirámide" están realizadas a mano. A la izquierda se puede ver la cadena del caracol que garantiza la "fuerza constante" durante toda la carga del barrilete (abajo). A la derecha, el tourbillon.
Una anécdota: ¿Sabes quién diseño estas cajas tan especiales?
Ahora trabaja en una marca "B"