PORQUE NO TIENES QUE "CREER" en PP..................PORQUE NADIE TE LO PIDE, Y PORQUE PRIMERO LO TIENES QUE CONOCER.
Este es uno de esos hilos a los cuales es mejor no contestar, y no sé como perdemos el tiempo en ello, aunque como caso todo en la vida, tiene algunas connotaciones que son hasta interesantes, y que enlazan sin duda con algún otro hilo de reciente aparición.
Creer, fuera de ámbito trascendente religioso, es estar en posesión de afirmar algo, es muy diferente de opinar, con la causa subjetiva que ello conlleva. Creer, en el sentido trascendente, lleva aparejado el componente irracional comúnmente denominado fe.
De nuevo, en las afirmaciones y argumentos que han dado pié a esta peculiar intervención, y como en otras tantas ocasiones, se mezclan, seguramente de forma no intencionada, ambos conceptos.
Pero esta ambivalencia o confusión, tiene siempre un transfondo que merece la pena ser explorado, especialmente cuando hablamos del mundo de las marcas, y que no se encuentra constreñido al mundo de la relojería.
Ni PP ni ninguna marca, y menos ningún aficionado informado, solicita en primera instancia una creencia “religadora o religiosa” sobre los artículos que fabrica, así y pues, el crédito o creencia científica sobre la cual edifica su reputación, está normalmente basada en sucesos comprobables de forma sencilla:
• Logros técnicos e históricos (patentes y premios o certificaciones)
• Innovaciones en el campo sujeto de la promoción
• Calidad intrínseca de funcionamientos y acabados
• Prestaciones y complicaciones que domina
• Valor de mercado del producto y de la marca y valor residual
• Sensaciones o intangibles que proporciona
• Gama general y liderazgo estratégico en unos o varios campos
• Balance general de compañía, por poco o mucho volumen o ingresos
• Etc, etc
Por supuesto todo ello adaptado al producto o marca que nos ocupa, y que, por regla general exige un ámbito de exposición y de análisis que rebasa con mucho el medio y las características generales de un hilo o incluso un foro de Internet.
Así, es fácil comprobar que un estudio mínimo sobre una marca o producto, difícil de rebatir de forma mínimamente profunda, es demasiado extenso para ser publicitado o recordado cada DIA en un medio como el que nos ocupa.
Cualquier aficionado, mínimamente informado (o que se quiera informar, que se tome la molestia vamos) que recurra a evaluar con un mínimo de rigor la marca que ha dado lugar al hilo, no pone en duda que PP es si no la primera (que posiblemente lo sea) una de las primeras firmas relojeras del mundo.
Creo que no merece pues la pena, añadir nada al respecto, incluso dándole al buscador de este mismo foro, se pueden encontrar suficientes pruebas y referencias de ello.
Pero el asunto real, es que, para quién conoce y hasta para quién posee, el alcance de este conocimiento, deriva sin duda en un acto irracional a primera vista, muy parecido al de la fe religiosa, interiorizamos la creencia que damos por cierta (de hecho sobre la que tenemos pruebas ciertas de bondad) y comprobada a nuestro acerbo de sentimientos, y lo que es en principio un acto inteléctivo, pasa al ser interiorizado a nuestro constructo de sentimientos particulares, con lo cual, para otra persona que no se incluya en el segmento cercano de personas que comparten este conocimiento, cualquier manifestación realizada sobre el sujeto objeto de comentario puede ser interpretada como artículo de fé, mas que como argumento racional sobre la bondad del objeto.
No es difícil compartir saberes (bueno es mas difícil de lo que parece) pero es mucho mas difícil compartir sentimientos, fuera del amor y la amistad etc, etc, cuando una persona dice: “Rolex es Rolex”, el sabe lo que quiere decir, siente y expresa lo que racionalmente conoce y ha investigado, creído en el plano racional y muchas veces disfrutado, para ser expresado al final en el plano sentimental, de forma muy resumida, particular e intransferible, en argot y complicidad solo con los que comparten estos presupuestos, racionales y sentimentales, en definitiva, la creencia cientifica pasa a ser creencia factual para este individuo y aquellos del grupo que forman los que comparten, primero conocimiento, después sentimiento, con logro y disfrute o sin el, con ello el sentimiento pasa a ser completo, y lo que se expresa de forma sucinta, no es mas que el resumen de este conjunto.
Una cosa es compartir o argumentar saberes, y otra muy distinta compartir sentimentos, se llege a estos como se llege.
La marca o el producto nunca reclama le fé, esta fé la generan los adeptos, cuando una marca obtiene este grado de emoción, ha llegado a la cima.
Otro asunto sería las apaelaciones al mapa emocional del intangible que todas las marcas (QUE TIENEN ALGUNA VIRTUD O PODER SOBRE ELLO; que no se nos olvide) realizan, Un PP nunca es del todo tuyo, solo lo custodias para la generación siguiente).
Esto se acentúa y se transmuta, si de lo que hablamos encima es de sentimientos proporcionados por la mera posesión de bien; cuando alguien disfruta algo, no solo añade a la creencia racional de conocimiento de producto la experiencia en el desempeño de este, si no que además, el intangible para a ser interiorizado, con lo cual la sensación de logro se alcanza de forma plena.
No obstante, cualquier persona informada, sabe que una y otra cosa no tienen porqué ir necesariamente ligadas; se puede disfrutar mucho de algo, poseerlo, y no conocer en absoluto los principios o características de lo poseído.
Máxime y teniendo en cuenta que, el conocimiento racional no se adquiere por empirismo puro, el empirismo solo es científico como corroboración cierta de una teoría, y no tiene que ser ni particular ni repetido, con demostrar algo una vez y o por una persona en la cual confiemos, basta; lo demás entra en el campo subjetivo de las percepciones, opiniones y sentir de cada cual, además pertenece a su acerbo personal, que no tiene porqué ser compartido.
Es pues absurdo, no solo en el tema que nos ocupa, si no en cualquier otro tema o producto, mezclar conocimiento con posesión, experiencia con esta última, empirismo con disfrute o fiabilidad no estandarizada, y universalizar todo ello en un batiburrillo desordenado., está muy claro que no conduce a nada.
También es un error garrafal, intentar justificar racionalmente y de forma parcial todos estos temas, a veces por resultar incompleta o equivocada la justificación, lo único que aumenta es el grado de confusión y descrédito del lo que intentamos argumentar; por ejemplo, decir que PP es la mejor marca del mundo porqué lleva un punzón que ya no lleva, nos lleva al dilema absurdo de intentar objetivar o maximizar una de las muchas cualidades que hacen líder a una marca, siendo además una característica que nunca es definitiva, solo es un atributo mas de la bondad de la misma.
También se puede cometer el error, de que el disfrute o tenencia, y los sentimientos que conlleva, puedan ser extrapolados a quien no los experimenta, sobre todo fuera del entorno cercano o de confianza, se puede expresar lo que uno siente y la experiencia particular, pero este presupuesto rara vez es compartido y además genera o puede ser objeto común de confusión y sentimientos encontrados en quién desea pero no puede disfrutar de lo mismo.
Otro asunto que se deriva del hilo en cuestión, es el prejuicio o descrédito que puede tener un bien por el mero hecho de no poder ser adquirido por aquel que, no queriendo racionalizar la posible bondad o maldad del mismo, solo pretende asumir su realidad mediante la posesión del bien, es incluso paradójico que, las personas que menos se esfuerzan en comprender y analizar, desean probar la bondad del bien mediante su mera posesión, sentir mas que conocer. La imposibilidad de esta aprehensión de la realidad del objeto les conduce de forma irracional al rechazo sobre lo que no pueden entender mas que por esta vía y cuando esta les resulta imposible, la frustración que conlleva les lleva a catalogar fuera de su clase o grupo a todo el que no se encuentre en su situación, curiosamente además, este comportamiento suele generar adhesiones inquebrantables de todo el grupo que comparte el prepuesto, sin darse cuenta que no es necesario poseer algo para saber o disfrutar de ello, eso si, de otra forma o manera, y que es muy distinto conocer que poseer físicamente algo.
Es fácil saber que se puede disfrutar y saber de Velazquez sin tener uno colgado del saloncito de su casa. O de haberlo tenido un tiempo colgado en su despacho de trabajo.
Saludos