Toful
Habitual
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¡Cómo pasa el tiempo a partir de los 40! Hace cuatro días (casi 4 años en realidad) enseñaba la caja por los 2.000 mensajes y ya estamos aquí liados de nuevo…
Lo cierto es que, con mucha diferencia, los hilos de mostrar las colecciones son los que más disfruto en el foro, primero porque no creo que existan dos iguales, y segundo porque me fascina ver las combinaciones que cada uno monta en base a sus gustos y posibilidades o las historias de cómo llegaron esos relojes a vuestras cajas. Dicho esto por tanto, no podía faltar a esta bonita tradición de mostrar la mía al cambiar de milenio.
Antes de entrar en faena, y a modo de prólogo, me gustaría compartir primero con vosotros lo que aquí se suele conocer como “caja B”, aunque en mi caso la denomino “caja F” (de Friki). Como entiendo que son relojes muy humildes que en el general no despertarán mucho interés, os pongo solo unas fotos grupales para no aburriros, pero queda pendiente una presentación en condiciones en el subforo oportuno cuando tenga un rato. Aquí va la primera tanda.
El primer reloj del que yo me enamoré sobre los 12 años fue un Casio W-50U, recuerdo lo que me chiflaba desplazar la rayita por su mapa para saber la hora en las diferentes ciudades del mundo, de hecho creo que de ese primer reloj me viene la afición por estos sencillas piezas de plástico. Aquí os muestro algunos de la serie vintage, incluyendo un descendiente de ese W50 que os mencionaba (el A500).
Como podéis ver, mi colección de Casio tiene dos criterios muy definidos: digitales y caja cuadrada. Además me gusta adquirirlos nuevos o en perfecto estado, así que me limito a modelos más o menos recientes o las novedades que aparecen, ya que encontrar modelos del siglo XX sin ninguna marca y a “precio de Casio” ya es misión imposible.
Y una foto del conjunto para terminar, aunque ya viene una segunda caja en camino…
Y una vez vistos los teloneros, podemos pasar a los actores principales o “Caja A”, resultado de muchas entradas y salidas en estos 10 años disfrutando en el foro (y las que esperemos queden) en busca de esa utópica paz relojera.
Empiezo con uno muy especial, ya que es el único que puede presumir de haber estado en todas las presentaciones (caja de los 1k, 2k y 3k mensajes), un auténtico superviviente que ha visto desfilar decenas de relojes logrando esquivar siempre la bala, lo que indudablemente le otorga galones en la banda, se trata del veterano y contundente Seiko SRP637 “Baby Tuna”, con movimiento 4r36.
El siguiente es otro modelo icónico de Seiko, el Sumo, en concreto la referencia SZS004 conocida como el Sumo Emerald debido a su bonito dial en color verde esmeralda. Se trata de una versión exclusiva para el mercado japonés que conseguí hace ya unos años a través del conocido importador SoloJapan. Monta un calibre 6r15.
Pasamos a un rara avis en la caja, ya que es el único de menos de 42mm. La verdad es que no lo uso demasiado al ser poco de mi estilo, pero lo disfruto casi igual viéndolo en la caja. A pesar de ser el más económico que tengo, suele llevarse piropos cuando lo llevo, algo que no me sucede con relojes mucho más caros. Se trata del elegante Orient RA-AP0003S10B, más conocido como Bambino Small Seconds de esfera color champagne. Monta el movimiento propio de Orient F6222.
Cambiamos de marca pero seguimos en tierras niponas, un Citizen con uno de esos diseños tan mazacotes que solo ellos saben hacer con gracia, el Promaster NB-6004-83E, una bestia de 46mm que salió el año pasado y me cautivó precisamente por ese aspecto excesivo, aunque he de decir que una vez puesto, sus cortas asas y un peso contenido gracias a lo que Citizen denomina Supertitanium (hasta el curioso bisel es de este material), lo hacen más llevadero de lo que puede aparentar a simple vista. En su interior lleva una Miyota 9051, lo que también lo hace interesante al ser el regreso de Citizen a los divers con movimientos mecánicos, normalmente más centrado en sus conocidos Eco-Drive.
Hablando de Citizen y Eco Drive, os muestro el siguiente que cuenta precisamente con esa tecnología, el Citizen CB5010-81L, comprado a un compañero del foro y que cuenta con prácticamente todo lo que se le puede pedir a un reloj: radiocontrol, carga solar, titanio, 200 mt, zafiro, calendario perpetuo...He de reconocer que yo era de los que no quería saber casi nada de cuarzos al empezar en el foro (salvo mis Casios), pero poco a poco y gracias a modelos como este, se han ido haciendo un huequecito en mi colección, y lo cierto es que los uso bastante.
El siguiente cuarzo es el conocido Bulova Lunar Pilot, un reloj cuyo diseño con esos pulsadores de gatillo, e historia contada muchas veces en el foro, hizo que rápidamente lo deseara, así que cuando tuve la oportunidad en el FCV me hice con él. Suelo leer aquí a compañeros que dicen descartarlo por su tamaño, cosa que me parece un error, ya que aunque se le suele nombrar por el tamaño de su caja (45mm), en realidad el bisel es de menos de 42mm. Su largada es cierto que se va hasta los 53mm, que no es poco, pero tampoco es algo excepcional (mi muñeca es de17cm y no me sobresale). Ahora hace un tiempo que no lo uso porque lo tengo parado a la espera de llevarlo a un relojero en condiciones para cambiar la pila, y es que no quiero que cualquier “cambiapilas” me marque la bonita trasera con la mención a la misión del Apolo 15. Cuenta con el calibre 8136 de origen japonés que vibra a 262 Khz y garantiza una desviación de 5 segundos al mes, que en mi caso aún era mejor, ya que siempre iba clavado (hasta que se quedó sin pila…)
Con el ultimo cuarzo de mi colección, subimos a la fila de arriba en la caja y cambiamos de continente rumbo a los “Swiss made”. Lo hacemos con uno que ha traído ríos de tinta (o de caracteres sería más adecuado aquí), el ya famoso y sorprendente experimento del OmegaxSwatch. Una curiosidad con un precio alto para lo que lleva, aunque no descabellado para lo que es, que te permite el capricho de tener una rareza que dudo vuelva a repetirse con otro modelo. También me gusta de paso, contar en mi colección con una marca que pese a su humildad, no deja de tener una relevancia en la historia reciente de la relojería. El mío se trata de un Mercury, y aunque la verdad tampoco pude escoger el color al comprarlo ya que lo conseguí a través de un buen amigo, hoy por hoy creo que no lo cambiaría por ningún otro color.
Vamos con el encargado de representar a las micromarcas, una parcela con la que he disfrutado mucho a lo largo de todos estos años por su capacidad de salirse algo más de los diseños habituales. En este caso se trata del Crepas Megamatic, que homenajea (o copia, según se prefiera), a un prototipo de Omega que no llegó a salir al mercado en la década de los 70. Un diseño diferente que me gusta mucho. Monta el archiconocido movimiento ETA2824
Entramos ya en el terreno de las marcas más tradicionales de la mano del Hamilton Khaki X-Wind Day Date, un reloj contundente con la interpretación que hace Hamilton de un reloj de estética pilot. Calibre H30, que es como denomina Hamilton al Powermatic con 80 horas de reserva. Otro flechazo producto de la siempre peligrosa manía de mirar en el FCV.
El siguiente fue mi primer reloj de cierto nivel, regalo de mi mujer por nuestra boda después de muchos años en pecado, así que lógicamente le tengo un cariño muy especial, es un Tag Heuer Aquaracer Calibre 5 de color negro, que es como TH renombra los Sellita SW200 o ETA2824.
El penúltimo no sé si es el mejor de mi colección, pero sí es el más caro, y curiosamente a la vez, el que menos me gusta. Primero porque la mezcla de diver y crono no me termina de convencer, y después porque comparte varios elementos repetidos con el anterior que os he enseñado, ya que se trata de otro Aquaracer, aunque en esta ocasión en un bonito color azul y con calibre 16. Llegó a mi caja a través de un regalo, así que tampoco me puedo quejar, pero lo cierto es que lo uso muy poco, con vistas a que algún día me sirva de puerta de entrada a otro de gama superior.
Y llegamos ya al final con la última incorporación de hace apenas dos semanas, lo que como bien sabéis, lo convierte automáticamente en el niño bonito de la caja, al menos hasta que sea desbancado por la siguiente novedad, un Longines Hidroconquest de 43mm. Desde que lo he recibido no ha salido de mi muñeca, y a menudo me quedo embobado viendo los reflejos en su esfera gris. No suelo prestar atención a las desviaciones salvo detectar algún problema evidente, pero sí lo controlo los primeros días que recibo un reloj, y en este caso, en los 16 días que lo he llevado de forma seguida ha avanzado 33 segundo, y además lo ha hecho de forma constante (+2 segundos/día), lo que me parece una marca extraordinaria para un reloj de su segmento. Aprovecho también para decir que lo adquirí a través del patrocinador del foro “Manzanares Joyeros”, recibido en menos de una semana y todo perfecto.
Y hasta aquí mi colección, ¿cómo seguirá?...lo cierto es que por experiencia casi nunca va según lo previsto, pero actualmente solo me interesan unas pocas piezas, por lo que mi firme propósito para la Caja 4.0 es centrarme en esos objetivos e intentar no desviarme del camino. Hasta que un día entras en el FCV solo para mirar, y a tomar viento el plan maestro…
Si habéis llegado hasta aquí, solo me queda daros las gracias y esperar que os haya entretenido mi colección tanto como a mí lo hacen las vuestras. Saludos.
Lo cierto es que, con mucha diferencia, los hilos de mostrar las colecciones son los que más disfruto en el foro, primero porque no creo que existan dos iguales, y segundo porque me fascina ver las combinaciones que cada uno monta en base a sus gustos y posibilidades o las historias de cómo llegaron esos relojes a vuestras cajas. Dicho esto por tanto, no podía faltar a esta bonita tradición de mostrar la mía al cambiar de milenio.
Antes de entrar en faena, y a modo de prólogo, me gustaría compartir primero con vosotros lo que aquí se suele conocer como “caja B”, aunque en mi caso la denomino “caja F” (de Friki). Como entiendo que son relojes muy humildes que en el general no despertarán mucho interés, os pongo solo unas fotos grupales para no aburriros, pero queda pendiente una presentación en condiciones en el subforo oportuno cuando tenga un rato. Aquí va la primera tanda.
El primer reloj del que yo me enamoré sobre los 12 años fue un Casio W-50U, recuerdo lo que me chiflaba desplazar la rayita por su mapa para saber la hora en las diferentes ciudades del mundo, de hecho creo que de ese primer reloj me viene la afición por estos sencillas piezas de plástico. Aquí os muestro algunos de la serie vintage, incluyendo un descendiente de ese W50 que os mencionaba (el A500).
Como podéis ver, mi colección de Casio tiene dos criterios muy definidos: digitales y caja cuadrada. Además me gusta adquirirlos nuevos o en perfecto estado, así que me limito a modelos más o menos recientes o las novedades que aparecen, ya que encontrar modelos del siglo XX sin ninguna marca y a “precio de Casio” ya es misión imposible.
Y una foto del conjunto para terminar, aunque ya viene una segunda caja en camino…
Y una vez vistos los teloneros, podemos pasar a los actores principales o “Caja A”, resultado de muchas entradas y salidas en estos 10 años disfrutando en el foro (y las que esperemos queden) en busca de esa utópica paz relojera.
Empiezo con uno muy especial, ya que es el único que puede presumir de haber estado en todas las presentaciones (caja de los 1k, 2k y 3k mensajes), un auténtico superviviente que ha visto desfilar decenas de relojes logrando esquivar siempre la bala, lo que indudablemente le otorga galones en la banda, se trata del veterano y contundente Seiko SRP637 “Baby Tuna”, con movimiento 4r36.
El siguiente es otro modelo icónico de Seiko, el Sumo, en concreto la referencia SZS004 conocida como el Sumo Emerald debido a su bonito dial en color verde esmeralda. Se trata de una versión exclusiva para el mercado japonés que conseguí hace ya unos años a través del conocido importador SoloJapan. Monta un calibre 6r15.
Pasamos a un rara avis en la caja, ya que es el único de menos de 42mm. La verdad es que no lo uso demasiado al ser poco de mi estilo, pero lo disfruto casi igual viéndolo en la caja. A pesar de ser el más económico que tengo, suele llevarse piropos cuando lo llevo, algo que no me sucede con relojes mucho más caros. Se trata del elegante Orient RA-AP0003S10B, más conocido como Bambino Small Seconds de esfera color champagne. Monta el movimiento propio de Orient F6222.
Cambiamos de marca pero seguimos en tierras niponas, un Citizen con uno de esos diseños tan mazacotes que solo ellos saben hacer con gracia, el Promaster NB-6004-83E, una bestia de 46mm que salió el año pasado y me cautivó precisamente por ese aspecto excesivo, aunque he de decir que una vez puesto, sus cortas asas y un peso contenido gracias a lo que Citizen denomina Supertitanium (hasta el curioso bisel es de este material), lo hacen más llevadero de lo que puede aparentar a simple vista. En su interior lleva una Miyota 9051, lo que también lo hace interesante al ser el regreso de Citizen a los divers con movimientos mecánicos, normalmente más centrado en sus conocidos Eco-Drive.
Hablando de Citizen y Eco Drive, os muestro el siguiente que cuenta precisamente con esa tecnología, el Citizen CB5010-81L, comprado a un compañero del foro y que cuenta con prácticamente todo lo que se le puede pedir a un reloj: radiocontrol, carga solar, titanio, 200 mt, zafiro, calendario perpetuo...He de reconocer que yo era de los que no quería saber casi nada de cuarzos al empezar en el foro (salvo mis Casios), pero poco a poco y gracias a modelos como este, se han ido haciendo un huequecito en mi colección, y lo cierto es que los uso bastante.
El siguiente cuarzo es el conocido Bulova Lunar Pilot, un reloj cuyo diseño con esos pulsadores de gatillo, e historia contada muchas veces en el foro, hizo que rápidamente lo deseara, así que cuando tuve la oportunidad en el FCV me hice con él. Suelo leer aquí a compañeros que dicen descartarlo por su tamaño, cosa que me parece un error, ya que aunque se le suele nombrar por el tamaño de su caja (45mm), en realidad el bisel es de menos de 42mm. Su largada es cierto que se va hasta los 53mm, que no es poco, pero tampoco es algo excepcional (mi muñeca es de17cm y no me sobresale). Ahora hace un tiempo que no lo uso porque lo tengo parado a la espera de llevarlo a un relojero en condiciones para cambiar la pila, y es que no quiero que cualquier “cambiapilas” me marque la bonita trasera con la mención a la misión del Apolo 15. Cuenta con el calibre 8136 de origen japonés que vibra a 262 Khz y garantiza una desviación de 5 segundos al mes, que en mi caso aún era mejor, ya que siempre iba clavado (hasta que se quedó sin pila…)
Con el ultimo cuarzo de mi colección, subimos a la fila de arriba en la caja y cambiamos de continente rumbo a los “Swiss made”. Lo hacemos con uno que ha traído ríos de tinta (o de caracteres sería más adecuado aquí), el ya famoso y sorprendente experimento del OmegaxSwatch. Una curiosidad con un precio alto para lo que lleva, aunque no descabellado para lo que es, que te permite el capricho de tener una rareza que dudo vuelva a repetirse con otro modelo. También me gusta de paso, contar en mi colección con una marca que pese a su humildad, no deja de tener una relevancia en la historia reciente de la relojería. El mío se trata de un Mercury, y aunque la verdad tampoco pude escoger el color al comprarlo ya que lo conseguí a través de un buen amigo, hoy por hoy creo que no lo cambiaría por ningún otro color.
Vamos con el encargado de representar a las micromarcas, una parcela con la que he disfrutado mucho a lo largo de todos estos años por su capacidad de salirse algo más de los diseños habituales. En este caso se trata del Crepas Megamatic, que homenajea (o copia, según se prefiera), a un prototipo de Omega que no llegó a salir al mercado en la década de los 70. Un diseño diferente que me gusta mucho. Monta el archiconocido movimiento ETA2824
Entramos ya en el terreno de las marcas más tradicionales de la mano del Hamilton Khaki X-Wind Day Date, un reloj contundente con la interpretación que hace Hamilton de un reloj de estética pilot. Calibre H30, que es como denomina Hamilton al Powermatic con 80 horas de reserva. Otro flechazo producto de la siempre peligrosa manía de mirar en el FCV.
El siguiente fue mi primer reloj de cierto nivel, regalo de mi mujer por nuestra boda después de muchos años en pecado, así que lógicamente le tengo un cariño muy especial, es un Tag Heuer Aquaracer Calibre 5 de color negro, que es como TH renombra los Sellita SW200 o ETA2824.
El penúltimo no sé si es el mejor de mi colección, pero sí es el más caro, y curiosamente a la vez, el que menos me gusta. Primero porque la mezcla de diver y crono no me termina de convencer, y después porque comparte varios elementos repetidos con el anterior que os he enseñado, ya que se trata de otro Aquaracer, aunque en esta ocasión en un bonito color azul y con calibre 16. Llegó a mi caja a través de un regalo, así que tampoco me puedo quejar, pero lo cierto es que lo uso muy poco, con vistas a que algún día me sirva de puerta de entrada a otro de gama superior.
Y llegamos ya al final con la última incorporación de hace apenas dos semanas, lo que como bien sabéis, lo convierte automáticamente en el niño bonito de la caja, al menos hasta que sea desbancado por la siguiente novedad, un Longines Hidroconquest de 43mm. Desde que lo he recibido no ha salido de mi muñeca, y a menudo me quedo embobado viendo los reflejos en su esfera gris. No suelo prestar atención a las desviaciones salvo detectar algún problema evidente, pero sí lo controlo los primeros días que recibo un reloj, y en este caso, en los 16 días que lo he llevado de forma seguida ha avanzado 33 segundo, y además lo ha hecho de forma constante (+2 segundos/día), lo que me parece una marca extraordinaria para un reloj de su segmento. Aprovecho también para decir que lo adquirí a través del patrocinador del foro “Manzanares Joyeros”, recibido en menos de una semana y todo perfecto.
Y hasta aquí mi colección, ¿cómo seguirá?...lo cierto es que por experiencia casi nunca va según lo previsto, pero actualmente solo me interesan unas pocas piezas, por lo que mi firme propósito para la Caja 4.0 es centrarme en esos objetivos e intentar no desviarme del camino. Hasta que un día entras en el FCV solo para mirar, y a tomar viento el plan maestro…
Si habéis llegado hasta aquí, solo me queda daros las gracias y esperar que os haya entretenido mi colección tanto como a mí lo hacen las vuestras. Saludos.