Pues como alguien bien apuntaba, no se vendería, entre otras cosas porque, seamos honestos, llevemos un reloj de 200€ o uno de 2000€ en la muñeca, la mayoría necesita (mos) exhibirlo da alguna manera. Ni siquiera hablo de ostentación manifiesta ni de presumir, sino que, simplemente, es necesario que sea visible que llevamos tal o cual marca. La marca da estatus, es un hecho, y si no existe la marca más que en nuestro conocimiento interno del producto que llevamos, el estatus proporcionado por haber accedido a una determinada marca simplemente desaparece, no está, se desvanece. Seguiremos llevando un muy buen reloj en la muñeca, pero todo el valor extra que proporciona la coronita se evaporará, porque ésta no estará.
A colación de lo anterior se me ocurre algo que considero kafkiano y que viene a demostrar lo anterior. Se trata de la marca Apple, que hace buenos productos que vende a precio de oro porque, simplemente, es Apple. Como en Rolex, el marketing está dentro de sus grandes virtudes (en Apple mucho más). Bien, estoy seguro de que muchos habréis visto cualquiera de sus teléfonos de 1000 y pico euros, bonitos (que lo son), elegantes (que lo son) cubiertos por unas a veces más que desafortunadas (aunque necesarias) fundas protectoras de terceros fabricantes que no pueden llevar el logo de la marca. ¿No os habéis fijado que la mayoría de esas fundas dejan un hueco para que se vea la marca? Es el colmo, el personal se compra fundas para proteger de la roña y el polvo sus caros dispositivos y les colocan aquellas que tienen un boquete porque es imprescindible que se vea la marca.
La inmensa mayoría de los usuarios de Apple no lo comprarían si fuera el mismo dispositivo fabricado por la misma empresa pero marca blanca. No tendrían nada que exhibir, y en algunos casos nada de lo que presumir. Si no es Apple no es Apple, pero, si no hay marca a la vista, ¿como voy a sentir y hacerle ver a los demás que soy mejor que el resto por llevar un Apple?
Pues con los relojes, salvando las debidas distancias, ocurre lo mismo. Somos conscientes de que llevamos en las muñecas piezas cuyo precio las convierte en objetos de lujo y deseo, y en la mayoría existe la necesidad de que ese extra en precio por llevar marcas más o menos exclusivas, los famosos intangibles, pueda ser mostrado al mundo, lo que sería imposible si nuestro reloj ni siquiera expone su marca, que en el caso de Rolex, es su mayor valor, muy por encima de lo que vale el producto tal cual.
Cuestión bien distinta sería que Rolex, a modo de colección o guiño con sus compradores, sacara una edición limitada de un determinado modelo bajo estas características de esconder la marca pero manteniendo el producto. En este caso sí, seguramente los coleccionistas más ávidos (y económicamente pudientes) se harían con una pieza que con el tiempo sería exclusiva. Pero, ¿vender un determinado modelo sin marca teniendo el omónimo con su coronita? No lo compra ni Cristo....
Saludos