SETAS Y BICHOS
A punto de comenzar la principal temporada setera del año recojo el guante del amigo Vicente @ElTactico que me animó en su momento a hablar de las setas y sus bichos asociados, y como sus deseos son órdenes para mí, aquí estamos.
Llevo más de 35 años observando, estudiando, y fotografiando setas, me considero un aprendiz de micólogo de campo que todavía sigue aprendiendo mucho de manera autodidacta, después de este tiempo he visto bichos de casi todos los colores acompañando a las setas, porque tienen muchos ya que son un hábitat excepcional para insectos e invertebrados, la seta les ofrece protección, alimento y un alojamiento óptimo, un todo en uno idóneo para su reproducción y/o refugio, aunque bastante breve, tienen que mudarse muy a menudo.
En mi casa se consumen setas esporádicamente unas pocas veces al año y ejemplares muy, muy, seleccionados y “revisados con lupa”, uno de los motivos precisamente son los bichos y es posible que después de leer este mini trabajo algunos de vosotros les cojáis un poco o mucho de -cosa- como digo yo, ahora tampoco hay que ser demasiado escrupuloso, si nos las cogemos con papel de fumar no consumiríamos por ejemplo brócoli y otras cositas.
Decir también que siempre evito en los restaurantes pedir platos con salsas o rellenos de setas, hay que saber que las partes algo “tocadas” de las setas muchas veces no se desechan por su escasez o valor, utilizándose para estos menesteres, lo siento pero debía decirlo.
El consumir setas silvestres implica casi siempre que vayan acompañadas por un poco de carne añadida por minuciosa que sea su preparación, luego se trata de reducir al máximo la proteína no deseada con una recolección selectiva solo de ejemplares sanos y jóvenes y una limpieza exhaustiva, eso de limpiarlas unos segundos con un pañito húmedo según recomiendan los cocinillas e incluso el cocinero famoso de turno ni lo veo ni lo recomiendo, yo siempre las he limpiado bajo un chorrito del grifo troceándolas y con una puntilla eliminando cavernas, manchas, esponjas de los tubos viejos de los boletus, mordeduras, restos de cutícula o láminas sospechosas, etc. y dejándolas luego en reposo sobre un papel absorbente para al mismo de tiempo de secarlas facilitar que se marche algún habitante que todavía pueda quedar por allí.
Y como estamos en un hilo de bichos veamos cuales nos podemos encontrar viviendo en el carpóforo de un hongo, distingamos los que viven dentro de su carne y los que lo hacen fuera pero pegaditos a ella.
Dentro de ella, parasitando y alimentándose de su carne en todos los estados larvarios y construyendo galerías apreciables los mas desagradables, larvas de mosca/mosquito principalmente Bolitophilidae y Mycetophilidae , aunque parece que hay más como Sciaridae, Diadocidiidae, Ditomyiidae, Keroplatidae, Bolitophilidae y Mycetophilidae. Penetran bien por el pie desde abajo por la tierra o desde la parte inferior del sombrero donde depositan las puestas los adultos, y lo más chungo de estas larvas es que mientras van creciendo y avanzando por el interior de la seta dejan por el camino sus excrementos, y aunque los bichos hayan desaparecido su peligrosa mierda queda allí dentro.
Fuera del carpóforo, pequeñas babosas, tijeretas, escolopendras, hormigas, coleópteros, ácaros minúsculos y arañas no tan pequeñas, y unos pequeños artrópodos parecidos a negras pulgas saltarinas que suelen habitar por cientos entre las láminas de las setas y que son prácticamente imposibles de eliminar, por cierto cada vez hay más, empieza a ser preocupante.
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Y para no aburrir más acabo, pero para hacer más practico este ladrillo, relaciono los géneros principales de setas comestibles, su capacidad para atraer bichos y algunas notas que pienso que pueden ser de utilidad para los seteros aficionados noveles. Cualquier consulta adicional sobre estas y otras setas estaré encantado de contestar dentro de mis limitados conocimientos.
Boletus, los bichos los adoran, los ejemplares adultos generalmente casi siempre contienen más o menos larvas. El conocido Boletus reticulatus o de verano debería desecharse siempre pues probablemente sea la especie más parasitada que se puede encontrar.
Russulas, al ser setas típicas de verano los ejemplares adultos casi siempre albergan larvas.
Morchellas, aunque su carne no suele estar parasitada su carpóforo plagado de huecos y celdillas es un hábitat casi perfecto para cualquier tipo de bicho del exterior, siempre toca algún premio.
Marasmius, siempre sana y limpia.
Lactarius, dentro del género los conocidos níscalos, casi siempre albergan larvas sobre todo los ejemplares adultos.
Agaricus, otro grupo muy atacado por las larvas.
Amanitas, igual que el anterior.
Chantarellus, este género merece un repaso, los populares y consumidos C.lutencens, C.tubaeformis y C.Cinereus son setas siempre libres de larvas en su carne pero su pie completamente hueco hasta el exterior del sombrero suele albergar toda clase de bichos exteriores dentro de él, desde hormigas y tijeretas hasta pequeñas babosas y mierdecillas varias, hay que abrir a lo largo con una puntilla uno por uno, esto la mayoría de la gente no lo hace, incluidos los profesionales, no quiero ni pensar en el bocado crujiente. Por otra parte el C.cibarius, con el pie macizo, aparte de ser una de las mejores setas comestibles siempre se encuentra sano y limpio.
Lepiotas, aunque normalmente sanas en sus láminas suelen contener bichos del exterior.
Tricholomas, a veces parasitadas sobre todo en el interior.
Pleurotus, es frecuente encontrarlas colonizadas por todo tipo de bichos.
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