erey
Forer@ Senior
Verificad@ con 2FA
Hola.
No hace mucho, los amantes de los smartwatch preconizaban que la relojería estaba obsoleta e iba a morir, que somos un puñado de románticos y poco prácticos aficionados a los relojes eramos los que resistimos, porque la hora la puedes conocer en el móvil, en el ordenador, o observando a Immanuel Kant dar su paseo diario… pero los relojes y los smartwach han logrado por un tiempo convivir. Aun recuerdo a algún conocido con un reloj, digamos tradicional en la muñeca izquierda y una pulsera de actividad en la derecha. Incluso conozco casos que han ido más lejos, y la capsula de la pulsera de actividad viven en el bolsillo del pantalón y el reloj en el antebrazo.
Así hemos estado con distintas visiones de múltiples cuestiones. Desde el gusto hasta el saber estar en sociedad, con todas las variaciones posible entre el punto A y el punto B anteriormente citado.
Y de pronto Swatch lanzo una bomba atómica haciendo algo como un Speedmaster de plástico y de colores; y con él llego la locura.
Gente que ni fu ni fa los relojes lo quiere, lo desea, lo tiene.
Y gente que si le hace mucho fu los relojes también.
El Swatch MoonSwatch es de lejos el reloj que más veo en desconocidos de los últimos meses. No se si a ustedes les ocurre igual.
Aprovecho para confesarles que ver la segundera del crono a saltos del MoonSwatch me produce una gran desazón, pero me estoy tratando para superarlo.
Y ahora viene con más bioceánica. Y como suele decirse, la masa forestal se estremece.
¿Estaremos de acuerdo en que esto esta entretenido?
A los infectados animo con la CRI, no estáis solos hermanos, todos conocemos esa sensación de comezón ante un próximo posible reloj y os deseo que lo logréis y os traiga mucha felicidad conserguilo, usarlo y disfrutarlo.
Saludos a todos.
No hace mucho, los amantes de los smartwatch preconizaban que la relojería estaba obsoleta e iba a morir, que somos un puñado de románticos y poco prácticos aficionados a los relojes eramos los que resistimos, porque la hora la puedes conocer en el móvil, en el ordenador, o observando a Immanuel Kant dar su paseo diario… pero los relojes y los smartwach han logrado por un tiempo convivir. Aun recuerdo a algún conocido con un reloj, digamos tradicional en la muñeca izquierda y una pulsera de actividad en la derecha. Incluso conozco casos que han ido más lejos, y la capsula de la pulsera de actividad viven en el bolsillo del pantalón y el reloj en el antebrazo.
Así hemos estado con distintas visiones de múltiples cuestiones. Desde el gusto hasta el saber estar en sociedad, con todas las variaciones posible entre el punto A y el punto B anteriormente citado.
Y de pronto Swatch lanzo una bomba atómica haciendo algo como un Speedmaster de plástico y de colores; y con él llego la locura.
Gente que ni fu ni fa los relojes lo quiere, lo desea, lo tiene.
Y gente que si le hace mucho fu los relojes también.
El Swatch MoonSwatch es de lejos el reloj que más veo en desconocidos de los últimos meses. No se si a ustedes les ocurre igual.
Aprovecho para confesarles que ver la segundera del crono a saltos del MoonSwatch me produce una gran desazón, pero me estoy tratando para superarlo.
Y ahora viene con más bioceánica. Y como suele decirse, la masa forestal se estremece.
¿Estaremos de acuerdo en que esto esta entretenido?
A los infectados animo con la CRI, no estáis solos hermanos, todos conocemos esa sensación de comezón ante un próximo posible reloj y os deseo que lo logréis y os traiga mucha felicidad conserguilo, usarlo y disfrutarlo.
Saludos a todos.