Yo me considero un tipo con suerte, porque por una cuestión de criterio, nunca he llegado a gastar grandes cantidades de dinero en una afición, sencillamente porque existen opciones asequibles capaces de colmar mis deseos. Me pasa en fotografía, que es mi gran pasión, y por supuesto también con los relojes. Y me ha pasado toda la vida, con todo en general: coches, viajes, ropa, etc, etc. Siempre he valorado sencillez, practicidad y funcionalidad por encima de cualquier otra cosa.
Un Seiko 5 me parece igual de bonito que un Rolex. Me importa poco la polémica que esto pueda generar. De hecho, el Seiko me proporciona más satisfacciones que el Rolex, por muchas razones que llevaría tiempo enumerar y argumentar.
Así que, por suerte, no me he visto en esa situación. El agujero económico que pueda provocar en casa se limita a piezas de bajo precio. Y aún así, un automático de menos de 300 € me provoca el cargo de conciencia suficiente como para decirme: "a ver cómo le explico esto a mi mujer".