Hola a todos, soy un recién llegado al foro y he leído este hilo de principio a fin porque me parece muy interesante y refleja un poco mi viaje en relación al Explorer.
Primero he de mencionar que el Rolex Explorer 1016 es mi reloj grial, pero como tal lo considero como un aspiración eterna, no algo que deba o pueda comprar alguna vez. Un reloj más realista para mi sería el Rolex Explorer 114270 (de 36mm también). Por ahora contemplo como mi meta más realista y sensata, el Sinn 556A.
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Mi grial, el 1016 que no creo pueda comprar nunca. El 114270, más factible para cuando sea mayor, y el Sinn 556A, que quiero conseguir y para el que estoy ahorrando.
Pero teniendo una muñeca de 18 centímetros y ser bastante alto, 1,95, tenía serias dudas sobre si un reloj de 36 me resultaría demasiado pequeño. Entonces mirando miriadas de vídeos en YouTube, artículos y foros (principalmente en inglés) me crucé con los homenajes y en concreto el Armida y el Smiths (el anterior que era sólo de 39mm).
Tras mucho meditar me decidí por el nuevo Smiths Everest de 40mm y estaba a punto de comprarlo cuando me entró duda de último momento y no hice clic. Me pregunté si las dimensiones del 40mm no sería demasiado, siendo tan alto, entorno a los 14mm. Pensé si el 36mm no sería más fiel al propósito del reloj de ser un reloj de monte y exploración. Pero como sabéis es bastante difícil conseguir estos relojes. Finalmente surgió en una página de compra venta un Smiths de 36mm de un caballero alemán a muy buen precio. No lo pensé más. Iba a ser un 36mm. Lo compré y escribo estas líneas con él puesto.
Tanto me ha gustado que ahora no contemplo relojes de 42mm (la medida que consideraba ideal para mi) salvo para relojes de buceo (y de piloto, el Glycine Airman que véis es, de hecho, de 40mm). Es más, tengo un Hamilton Khaki Field de 42mm que ahora me parece tan grande que no me lo pongo y lo tengo en venta.
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Ahora el Hamilton Khaki Field de 42 se me hace muy grande y lo tengo en venta. El Glycine Airman Double Twelve y el Smiths Everest 36 me acompañan en todas mis aventuras y eventos formales casi por igual.
Os cuento lo que opino del Smiths Everest 36mm.
Empiezo por lo que no me gusta tanto:
- El brazalete me parece lo peor del reloj. El cierre es demasiado pesado, gordo y, en definitiva, desproporcionado hasta se incómodo. No puedo estar más de 15 minutos con el reloj puesto con ese brazalete. Enseguida lo quité y puse una correa de cuero. Más tarde compré un bracalete estilo Oyster similar al que llevaba el original Rolex Explorer 1016 y casi siempre tengo el reloj así. Se ve en la foto de arriba. Mucho más equilibrado y, sobre todo, cómodo además de sólido. El cierre no es el mejor del mundo, pero a mi me vale.
- El logo creo, como se ha comentado en otra respuesta, es demasiado grande e igual sería lo único a realmente cambiar para hacerlo más delicado, más fiel al logo original de Smiths y tal vez no en blanco, sino un gris un poco más claro que el "Everest".
- Los números: es algo muy personal, me gustarían más parecidos a los del 1016, pero por otro lado, al ser la fuente un poco distinta, hace que este homenaje tenga su propia identidad y carácter.
Ahora lo que me gusta:
- El tamaño. Las dimensiones de este reloj son increíbles y una liberación de la moda de llevar el reloj más grande posible. Recordemos que hace unas décadas el tamaño de los relojes de hombre andaban en los 34mm e incluso menos en algunos casos. Relojes que han llevado artistas, actores, escritores y, no olvidemos, soldatos, tenían 36mm. No había dudas sobre sus "hombrías". No había nada que "compensar". El tamaño de 36 exuda elegancia y contención. Además existe una razón por la que un reloj de explorador, montañero, debe tener un tamaño contenido: No debe interferir. He estado explorando con el Smiths Everest y el tamaño que tiene es fundamental. Te puedes quitar y poner la mochila sin que se enganche, cuando tienes que trepar o arrastrarte el reloj no interfiere cuando tienes que girar la muñeca y la mano en posiciones extrañas. Tras un rato puesto te olvidas que está ahí. Y hace lo que tiene que hacer: dar la hora con claridad y precisión.
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Yo con mi Everest 36mm descansando tras explorar unas formaciones rocosas. Mido 1,95 y tengo muñecas de 18cm. No tengo nada que demostrar. El reloj es una herramienta como mi cantimplora y mi navaja de albacete.
- La versatilidad. Le puedes poner casi cualquier tipo de correa que le irá bien. Lo puedes llevar de manera informal, en la playa, en la piscina, y sí, nadar con tranquilidad, o de forma más elegante o sport. Los agujeros en las asas son una auténtica maravilla para cambiar la correa o brazalete en segundos.
- La precisión. No es un movimiento COSC pero es uno de los relojes más puntuales que tengo, con permiso del Hami por supuesto, con una desviación aproximada de 1,2 segundos al día.
- Tiene su propio carácter. Es un homenaje y soy reacio a ellos, lo reconozco, pero me parece uno de los homenajes más sinceros a un hito en la historia y un reconocimiento a una marca que en su día estuvo también ahí, en lo más alto. Ninguno de los dos relojes que llegaron en 1953 al Everest se parece tanto al Rolex Explorer 1016, pero son las marcas, y las historias lo que hace de esa evolución algo emocionante de aprencer. El Smiths, marca comprada por Timefactors, es un, en mi opinión, un sincero homenaje a esa historia que tanto nos gusta. Al tener la fuente de los números distinta, cristal de zafiro, etc. parece una reinterpretación moderna del Rolex 1016.
- Liminiscencia. De noche se ve estupendamente y la luminiscencia dura hasta la hora de despertar. Se ve siempre bien en cualquier condición.
- Precio. Tiene un precio interesante y, por ahora, un buen precio de reventa, debido a lo complicado que es conseguirlo. No arriesgo mucho dinero y eso me anima a usarlo mucho más y hacerlo en el contexto para el que se diseñó en su día el Smiths y el Rolex... para explorar, ir al monte, meterte en pequeños líos y luego, cambiando la nato por el brazalete o una correa de cuero, estar en entornos más formales.
- Calidad. La calidad está ahí. Los acabados son asombrosos. Tengo que hacer fotos en marco, pero está inmaculado, bien pulido (aunque ahora ya tiene alguna señal de uso, pero es para eso ¿no?)
Conclusión: Creo que en relojes, como en casi cualquier otra cosa, a cada uno lo suyo. Tuve mis reservas sobre el tamaño, pero me arriesgué, probé algo nuevo y creo que acerté ¡y soy un tipo grande! No lo cambiaría por nada. Este Smiths Everest ya tiene su historia, sus aventuras, mis vuelta al monte y a explorar caminos no transitados y mi cariño.
Como suelo decir, "estos son mis dos centavos de contribución".
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Es precioso. Rolex hizo un trabajo excepcional con el 1016 y merece todo nuestro reconocimiento por ello.