
Ulukai
Forer@ Senior
Sin verificar
Como yo lo veo o lo que yo me aplico a mí mismo:
Empezaría por enterrar el concepto de "imprescindible". No hay ni un solo reloj imprescindible, ni uno. Ni modelo ni tipo de reloj. Cualquiera de ellos puede ser la base de una caja de relojes o brillar por su ausencia.
Te diría también que te lo tomes siempre con mucha calma. No seas de gatillo rápido. Medita las compras, controla los impulsos. Si un reloj te gusta mucho, mucho, mucho, lo seguirá haciendo semanas, meses o incluso años después, porque si te deja de gustar igual es que tanto no te gustaba y era más fruto del calentón. Es fácil que no consigas reducir a cero los errores y la pérdida de dinero, pero seguro que consigues minimizar mucho los pasos en falso.
Siguiendo con el punto anterior, para esto es útil lo que te han recomendado por ahí y que yo también practico, el tener una carpeta en el PC o en el móvil con fotos de los relojes que vayas fichando. Repasa las imágenes de vez en cuando y verás como alguno de los que entraron terminan saliendo o siendo sustituidos por otros relojes que conozcas después. Los que veas que va pasando el tiempo, siguen aguantando en la carpeta y te continúan gustando como el primer día, esos son candidatos serios de compra.
¿Has tenido antes automáticos? Tendrás que probar con uno y darte un tiempo si les quieres dar la oportunidad respecto al cuarzo. No todo el mundo está hecho para que se le pare el reloj si no lo usa durante el fin de semana, o que tenga un desvío de 5-10-15 segundos al día. Los automáticos rara vez van clavados y hay que saber tomarse con cierta filosofía este funcionamiento y aprender a disfrutar también de corregirlos, ponerlos en hora, cambiar entre modelos, darles algo de cuerda... O quizás no te guste y te reafirme en el uso de un cuarzo.
En cuestión de tamaños no te asustes por nada. Es más importante la forma del reloj (cómo se adapta a la muñeca, la forma de sus asas, cómo disimule su tamaño con sus líneas...) o su distancia entre asas (lug to lug) que los milímetros de su diámetro. Terminarás descubriendo que igual ese diver de 44 mm que te asustaba al principio, te sienta como un guante, mientras que un tres agujas sencillo de 41 mm a lo mejor se pasa de patilargo y no te convence en la muñeca.
Y unido a tomar las compras con calma está también el aprovechar ese tiempo de reflexión para seguir leyendo mucho a los compañeros y demás opiniones e información que hay por la red. Cuanto más veas y leas, más aprenderás y más irás perfilando tu verdadero estilo. Irás viendo qué te gusta más, qué menos, qué no te podrás quitar de la cabeza y de qué te olvidarás sin mirar atrás. Y si consiguies hacer esto sin palmar pasta por el camino, o palmando la menos posible, tu bolsillo supongo que lo agradecerá.
En cualquier caso, buen camino.
Empezaría por enterrar el concepto de "imprescindible". No hay ni un solo reloj imprescindible, ni uno. Ni modelo ni tipo de reloj. Cualquiera de ellos puede ser la base de una caja de relojes o brillar por su ausencia.
Te diría también que te lo tomes siempre con mucha calma. No seas de gatillo rápido. Medita las compras, controla los impulsos. Si un reloj te gusta mucho, mucho, mucho, lo seguirá haciendo semanas, meses o incluso años después, porque si te deja de gustar igual es que tanto no te gustaba y era más fruto del calentón. Es fácil que no consigas reducir a cero los errores y la pérdida de dinero, pero seguro que consigues minimizar mucho los pasos en falso.
Siguiendo con el punto anterior, para esto es útil lo que te han recomendado por ahí y que yo también practico, el tener una carpeta en el PC o en el móvil con fotos de los relojes que vayas fichando. Repasa las imágenes de vez en cuando y verás como alguno de los que entraron terminan saliendo o siendo sustituidos por otros relojes que conozcas después. Los que veas que va pasando el tiempo, siguen aguantando en la carpeta y te continúan gustando como el primer día, esos son candidatos serios de compra.
¿Has tenido antes automáticos? Tendrás que probar con uno y darte un tiempo si les quieres dar la oportunidad respecto al cuarzo. No todo el mundo está hecho para que se le pare el reloj si no lo usa durante el fin de semana, o que tenga un desvío de 5-10-15 segundos al día. Los automáticos rara vez van clavados y hay que saber tomarse con cierta filosofía este funcionamiento y aprender a disfrutar también de corregirlos, ponerlos en hora, cambiar entre modelos, darles algo de cuerda... O quizás no te guste y te reafirme en el uso de un cuarzo.
En cuestión de tamaños no te asustes por nada. Es más importante la forma del reloj (cómo se adapta a la muñeca, la forma de sus asas, cómo disimule su tamaño con sus líneas...) o su distancia entre asas (lug to lug) que los milímetros de su diámetro. Terminarás descubriendo que igual ese diver de 44 mm que te asustaba al principio, te sienta como un guante, mientras que un tres agujas sencillo de 41 mm a lo mejor se pasa de patilargo y no te convence en la muñeca.
Y unido a tomar las compras con calma está también el aprovechar ese tiempo de reflexión para seguir leyendo mucho a los compañeros y demás opiniones e información que hay por la red. Cuanto más veas y leas, más aprenderás y más irás perfilando tu verdadero estilo. Irás viendo qué te gusta más, qué menos, qué no te podrás quitar de la cabeza y de qué te olvidarás sin mirar atrás. Y si consiguies hacer esto sin palmar pasta por el camino, o palmando la menos posible, tu bolsillo supongo que lo agradecerá.
En cualquier caso, buen camino.