Estimados todos....Paren el autobús que yo me bajo...Descapitalización, créditos, pagos a plazos, patología relojeril, ansiedad por un reloj....Dígale al conductor de este autobús que pare en seco, que me bajo aquí mismo aunque sea en mitad de la nada. Dónde está la cordura, el raciocinio, la inteligencia humana la jerarquía de prioridades y demás tonterías que olvidamos al hablar de....Un reloj. Señores, señoras y por no ofender resto de la raza humana, es un reloj, el límite para invertir es aquel que bajo ningún concepto altere nuestra economía y desde luego no genere por un microsegundo de dolor de cabeza, todo lo demás se transforma en una aberración/abominación. Amor a los relojes, todo y me bato en duelo con aquel valiente que ose retarme a demostrar quien profesa mayor amor a estas piezas que dan la hora....pero si vamos a discutir el valiente que comete la mayor de las sandeces por comprar un reloj, soy el mayor de los cobardes y no sólo no recojo el guante para el duelo, sino que se lo limpio y se lo vuelvo a poner al contrincante como prueba de mi cobardía...jamás de los jamases caeré en el absurdo de entrar en un bucle psicótico por la compra de un reloj...Para eso una magnífica manufactura que es Casio y a disfrutar de una excelente salud mental..Saludos y no os paséis al lado oscuro de la tontuna, en la luz se está mejor aunque sea sin coronas, letras griegas, alas voladoras, buceadores expertos y acrónimos impronunciables