Ah, entonces no es un bar de ejecutivos de medio pelo cualquiera. Es un bar que está situado en una metrópoli donde van ejecutivos de empresas que paga bonus de seis cifras donde todos sus compañeros y el ambiente que lo rodea lo lleva inevitablemente, sin tener ni idea de relojes, a comprarse un, dices, Rx, PP, AP. Bueno, estábamos hablando de PP, no de Rx.
Y un enlace al Financial Times.
Hombre, anuncios y artículos de relojes caros se suelen publicar en revistas y periódicos donde un porcentaje mayor de un número de lectores pueden ser compradores potenciales, mas que en la revista Pronto. Lo que no quiere decir que hayan lectores de la revista Pronto que puedan permitirse comprarse un reloj muy caro. Creo recordar que no hace mucho se hablaba en el programa de televisión Sálvame de Los Rx.
Anuncios de relojes caros han habido desde siempre.
De todas maneras, según decía un profesor de Standford, hoy en día, curiosamente, a menos cualificación, mejor atuendo. Vamos, que en las empresas que mueven el mundo hoy, los líderes son los que peor visten y los relojes tienen una importancia, digamos, relativa.
En resumen, alguien que no tiene ni idea de relojes y tiene que comprarse un reloj caro, con todo lo que implica, se comprará un Rx.
Y es tan así, que por el mero hecho de saberlo él, él sabe que la mayoría de la gente también lo sabrá. Y con un PP, AP, o lo que sea, no es así.
Y en eso, hay que reconocerlo, Rx, ha hecho un gran trabajo.