Precioso reloj en el que ya ayer me había fijado, además del extraño entorno de trabajo en el que lo mostrabas

. No porque estés siempre de paseo y de fiesta, ni mucho menos.

La imagen de hoy ya resulta más "habitual" y bonita.
Por cierto, tengo una rabia encima por llevar ya unos años sin acercarme a la maravillosa "fiesta" de los patios... Y me parece que este año, al acabar mañana, también se me ha escapado.