Buenos días,
Me permito añadir mi granito de arena, a este fantástico hilo colateral a todos los hilos y comentarios que llevamos leyendo comentando y/o criticando desde hace aproximadamente cinco años.
En mi opinión, chrono24 es un actor más en esta comedia. Pero el director es otro, sin duda el director de esta obra de teatro es el mercado. Si no existiera el mercado chrono24 no sería nada ni nadie. Que significa todo esto, que realmente lo que sucede es algo mucho más simple, -sin perjuicio de que existen multiples derivadas en toda esta borágine- y es la transformación del bien.
El reloj era un simple objeto-bien para dar la hora, que ha ido evolucionando a objeto de deseo, exhibición y/o admiración. Lo llaman deseabilidad. La deseabilidad puede venir, por lo que de éxito social trasluce o porque simple y llanamente es un bien tangible, que tiene una determinada expectativa. En los cinco últimos años, esa expectativa es pura y simplemente económica.
Si los daytonas, pepsi, nautilus, royal oak, etc. no tuvieran la expectativa de crecimiento de valor, ganancia y por lo tanto de deseabilidad sería un producto tan demandado? Evidentemente no.
En toda esta comedia cual es papel de chrono24. Sin ninguna, duda ha posicionado su web, como índice mínimo imaginario de la expectativa. Es real tal índice? objetivamente no, pero en la práctica si. No es objetivamente real, porque no es fiel reflejo de la transferencia o acuerdo de voluntades entre la oferta y la demanda. Pero en la práctica si, porque da un precio de un bien -partiendo del mas bajo de cada uno de sus productos ofertados- en los que el que quiere adquirirlos sabe que están a su alcance de forma materializable, en el menor de sus valores.
Ese es el valor real de chrono24. Que aporta certeza, de una constante en la ecuación que hasta la fecha era desconocida, el precio mínimo de un determinado bien.
En mi opinión, por mucho que chrono24 quiera manipular el mercado, el mismo se corrige, por dos vias, por la oferta y por la demanda. Ahi chrono24 no puede actuar, y mientras no varie una de esas dos fuentes que determinan el precio de los bienes, nos encontraremos que se mantendrá en el tiempo la actual situación. Hasta cuando? no se sabe, -yo tengo mi teoría-, pero la mayoria piensa que habría que preguntárselo a la pitonisa lola, pero el mundo es muy grande y existen en toda esta comedia actores que acaban de tomar su situo en la misma, y que le van a dar mucho recorrido, y ahí es donde se producirá el techo. El cambio vendrá por la entrada masiva en el mercado de Fondos de inversión, grandes inversores, etc. Que al igual que decidan entrar adquiriendo gran numero de piezas, esa acumulación de activos, derive en una ruptura de la oferta el día que decidan deshacer posiciones y vender su stock de las mismas, ahí es donde se producirá el cambio disruptivo en la continua subida y donde se acabará la fiesta a la que los pequeños aficionados se han subido gozosos a la vez que criticando la escalada de precios.
Saludos.
Discrepo cordialmente: desde mi punto de vista, y siguiendo la terminología cinematográfica, el mercado no es un actor. El mercado es el escenario donde se desarrolla la acción. No le doy el papel de director a Ch24, pero, tampoco negaré que se lo está trabajando para intentar conseguirlo.
La deseabilidad que comentas no es más que la proyección de estatus que siempre han tenido los accesorios. En el caso de las mujeres es más fácil porque además del atuendo están las joyas colocables en cualquier parte de la anotomía (cuello, orejas, muñecas, manos, tobillos... hay más, pero no sirve como proyección) mientras que en el caso del hombre -occidental- las opciones se reducen bastante. La más reconocible inter-pares es precisamente el reloj (traigo aquí el tópico del Rolex de oro para los constructores enriquecidos).
Mencionas los "daytonas, pepsi, nautilus, royal oak..." Realmente hay muy pocos relojes más que puedan entrar en el ese tipo de consideración especulativa, y es por eso que la burbuja se puede mantener: concentrando la atención de muchos miles de personas en ¿diez? ¿quince? modelos es relativamente fácil que la burbuja se mantenga sin explotar durante un periodo de tiempo relativamente largo. Esto es, lo que das -damos- en llamar "deseabilidad".
Debo admitir que no entiendo la expresión
"índice mínimo imaginario de la expectativa". Lo que mantiene la demanda alta no es sólo la incapacidad del mercado de satisfacerla, sino que ésta no deja de crecer retroalimentada por su propia insatisfacción. El efecto colateral es que llama la atención de outsiders que en la vida se habían interesado por un reloj pero "que les han dicho" que esto da dinero... Espiral alcista, se llama. Y eso, efectivamente, llama al dinero ocioso en busca de oportunidades de inversión.
Lo que es realmente disruptivo (hasta cierto punto) es la confirmación de que objetos que tradicionalmente (y lógicamente) perdían valor en cuanto salían del concesionario hayan invertido, y cómo, esa lógica. Una vez más, sólo una docena de modelos entre literalmente miles de ellos, lo que lo convierte en un fenómeno muy vistoso -para nosotros, aficionados- pero realmente limitado.
Dices que el mercado, por encima de Ch24, se auto-corrige mediante la oferta y la demanda. Pero es precisamente ahí donde Ch24 hace (o quiere hacer) patente su influencia sobre él, marcando los precios independientemente de la oferta y la demanda, haciendo verídicos los precios que se anuncian en su plataforma simplemente pagándolos él mismo, y a los ejemplos me remito. En el mundo de las criptomonedas se les llama "ballenas".
Referido a esto, he pensado muchas veces en el fenómeno de los tulipanes en la Holanda del siglo XVII, cuando no sólo se llegaron a pagar cantidades absurdas por un solo bulbo (6.000 florines por uno de Semper Augustus, cuando el sueldo medio de un buen artesano era de 150 florines ¡al año!), sino que todo el mundo sin distinción de clase o condición se lanzó a trapichear con ellos, llegando incluso a negociarse futuros sobre tulipanes que todavía no existían. Objetos inútiles que nadie necesitaba realmente pero que se negociaban porque siempre había un comprador dispuesto a pagar más... hasta que ya no hubo más compradores.
Para los que no lo conozcan:
es.wikipedia.org
sólo hay que sustituir la palabra "tulipán" por la marca premium que quieras.
Que el mercado mundial sea más grande que el holandés de la época sólo retrasa el final, no lo evita.
Para los que han decidido entrar al olor del beneficio igual aplicaría la máxima de que "el último euro, que lo gane otro" (en mi época era "la última pela"). La gracia estará en saber elegir el momento adecuado.