Discrepo cordialmente: desde mi punto de vista, y siguiendo la terminología cinematográfica, el mercado no es un actor. El mercado es el escenario donde se desarrolla la acción. No le doy el papel de director a Ch24, pero, tampoco negaré que se lo está trabajando para intentar conseguirlo.
La deseabilidad que comentas no es más que la proyección de estatus que siempre han tenido los accesorios. En el caso de las mujeres es más fácil porque además del atuendo están las joyas colocables en cualquier parte de la anotomía (cuello, orejas, muñecas, manos, tobillos... hay más, pero no sirve como proyección) mientras que en el caso del hombre -occidental- las opciones se reducen bastante. La más reconocible inter-pares es precisamente el reloj (traigo aquí el tópico del Rolex de oro para los constructores enriquecidos).
Mencionas los "daytonas, pepsi, nautilus, royal oak..." Realmente hay muy pocos relojes más que puedan entrar en el ese tipo de consideración especulativa, y es por eso que la burbuja se puede mantener: concentrando la atención de muchos miles de personas en ¿diez? ¿quince? modelos es relativamente fácil que la burbuja se mantenga sin explotar durante un periodo de tiempo relativamente largo. Esto es, lo que das -damos- en llamar "deseabilidad".
Debo admitir que no entiendo la expresión
"índice mínimo imaginario de la expectativa". Lo que mantiene la demanda alta no es sólo la incapacidad del mercado de satisfacerla, sino que ésta no deja de crecer retroalimentada por su propia insatisfacción. El efecto colateral es que llama la atención de outsiders que en la vida se habían interesado por un reloj pero "que les han dicho" que esto da dinero... Espiral alcista, se llama. Y eso, efectivamente, llama al dinero ocioso en busca de oportunidades de inversión.
Lo que es realmente disruptivo (hasta cierto punto) es la confirmación de que objetos que tradicionalmente (y lógicamente) perdían valor en cuanto salían del concesionario hayan invertido, y cómo, esa lógica. Una vez más, sólo una docena de modelos entre literalmente miles de ellos, lo que lo convierte en un fenómeno muy vistoso -para nosotros, aficionados- pero realmente limitado.
Dices que el mercado, por encima de Ch24, se auto-corrige mediante la oferta y la demanda. Pero es precisamente ahí donde Ch24 hace (o quiere hacer) patente su influencia sobre él, marcando los precios independientemente de la oferta y la demanda, haciendo verídicos los precios que se anuncian en su plataforma simplemente pagándolos él mismo, y a los ejemplos me remito. En el mundo de las criptomonedas se les llama "ballenas".
Referido a esto, he pensado muchas veces en el fenómeno de los tulipanes en la Holanda del siglo XVII, cuando no sólo se llegaron a pagar cantidades absurdas por un solo bulbo (6.000 florines por uno de Semper Augustus, cuando el sueldo medio de un buen artesano era de 150 florines ¡al año!), sino que todo el mundo sin distinción de clase o condición se lanzó a trapichear con ellos, llegando incluso a negociarse futuros sobre tulipanes que todavía no existían. Objetos inútiles que nadie necesitaba realmente pero que se negociaban porque siempre había un comprador dispuesto a pagar más... hasta que ya no hubo más compradores.
Para los que no lo conozcan:
es.wikipedia.org
sólo hay que sustituir la palabra "tulipán" por la marca premium que quieras.
Que el mercado mundial sea más grande que el holandés de la época sólo retrasa el final, no lo evita.
Para los que han decidido entrar al olor del beneficio igual aplicaría la máxima de que "el último euro, que lo gane otro" (en mi época era "la última pela"). La gracia estará en saber elegir el momento adecuado.