calibre36
De la casa
Sin verificar
Hay cosas que a nosotros nunca nos suceden. Los aviones se caen, pero eso les pasa a otros y lo vemos en las noticias. Las personas se mueren sufriendo con enfermedades terminales ; pero también lo oímos, no nos ocurre a nosotros. Y hay personas que tienen que decidir entre permitir la muerte de un ser querido o dejar que agonice y sea Dios quien decida ; pero también pensamos que son rumores.
De repente, descubrimos qué estás cosas don reales, porque las estamos viviendo en nuestra carne. Y no sabemos qué hacer.
Hace unos 10-11 años, cuando mi mujer y yo llevábamos muy poco de casados, dando un paseo por un pueblo cercano, vimos que un ser peludo nos acompañaba hasta el coche. Estaba sola y abandonada. Preguntamos en el lugar y nos dijeron que llevaba algo más de un mes en la zona y que vivía en la calle. Aún no teníamos hijos y no nos lo pensamos : vamos a buscarla. Hicimos todos los trámites legales oportunos, la llevamos al veterinario (secuelas de malos tratos físicos y también psíquicos, muchísimos traumas), sesión de peluquería ( se le retiró medio quilo de pelo en rastas a un animalito de poco más de 6 kg) y, finalmente, a su nueva casa.
Ha sido la mejor decisión de nuestra vida.
Poco después nace la niña. Nube siempre estuvo ahí. Embarazo complicado, no se separó de mí mujer, posaba su cabecita en el vientre de mi mujer. Y cuando nació, Nube no se separaba del bebé, no permitía que se acercase nadie extraño.
Tres años después, coincidiendo con el nacimiento de nuestro segundo hijo, en una revisión, a Nube le descubren problemas cardíacos ; el veterinario nos dice que su corazoncito tiene un tamaño demasiado grande y que eso va a dar problemas. Nuestra hija (en aquel entonces con tres años) reflexiona y dice que a Nube le ha crecido mucho el corazón porque antes éramos tres en casa (mi mujer, mi hija y yo) y que ahora, al nacer Ro, Nube tuvo que agrandar su corazón para incluirlo a él.
Desde entonces han pasado casi seis años. Hemos vivido mucho, bueno y malo, pero Nube siempre está ahí, era el momento amable del día, era quien salía a la puerta a recibirte moviendo su colita. Todo dulcura, gratitud y mucho amor.
De repente, sus pulmones se llenan de líquido. Se intenta todo, pero no conseguimos nada. Seguía malita y sufriendo mucho. Nada se podía hacer. A veces parece que te hablaba y te decía "haz algo, quítame este dolor". Pero no podíamos hacer nada. La situación, cada día, era peor ; ahora ya casi no se movía, había que ayudarla a todo, llevaba varios días sin comer. La decisión era la más difícil en toda mi vida : había que darle paz y descanso, pero no eramos capaces. Y, en este momento, es cuando ella nos vuelve a mostrar su ENORME CORAZÓN :
Para que no tuviésemos que decidir nada, esta madrugada, algo así como las 00:10, se puso sentada al lado de la puerta, quería salir. Le abrí, bajó las escaleras muy apurada y salimos. Se sentó en la acera y me miró. La cogí en mis brazos y ... , se quedó como un pajarito. Ella decidió por nosotros. Esta es la historia.
NUBE, sé que nos volveremos a ver. Me recibirás mordiendo los pantalones en el tobillo y yo te tiraré almendritas, fritas, como a ti te gustan. Volveré a ayudarte a subir las escaleras en mis brazos, para que no pases miedo. Te cogeré para que no te mojes en los charcos, que ya sé que el agua te da miedo. Perseguiremos,está vez juntos, al señor de los chorizos. Y, al final del día, nos tiraremos los dos en el sofá, nos taparemos como nos gusta y roncaremos los dos juntos. Y nunca nos volveremos a separar.
Hasta siempre, mi Peluda. Nos quedamos tristes, pero llenos de amor. Eres lo más humano que he conocido en este mundo. Nunca te olvidaremos.
Domaio, 10/10/19.
PD : Nube abandonó este mundo a las 00:15 del 10 /10, en mis brazos. Y yo me quedé mirando como lo que soy :un gilipollas.
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De repente, descubrimos qué estás cosas don reales, porque las estamos viviendo en nuestra carne. Y no sabemos qué hacer.
Hace unos 10-11 años, cuando mi mujer y yo llevábamos muy poco de casados, dando un paseo por un pueblo cercano, vimos que un ser peludo nos acompañaba hasta el coche. Estaba sola y abandonada. Preguntamos en el lugar y nos dijeron que llevaba algo más de un mes en la zona y que vivía en la calle. Aún no teníamos hijos y no nos lo pensamos : vamos a buscarla. Hicimos todos los trámites legales oportunos, la llevamos al veterinario (secuelas de malos tratos físicos y también psíquicos, muchísimos traumas), sesión de peluquería ( se le retiró medio quilo de pelo en rastas a un animalito de poco más de 6 kg) y, finalmente, a su nueva casa.
Ha sido la mejor decisión de nuestra vida.
Poco después nace la niña. Nube siempre estuvo ahí. Embarazo complicado, no se separó de mí mujer, posaba su cabecita en el vientre de mi mujer. Y cuando nació, Nube no se separaba del bebé, no permitía que se acercase nadie extraño.
Tres años después, coincidiendo con el nacimiento de nuestro segundo hijo, en una revisión, a Nube le descubren problemas cardíacos ; el veterinario nos dice que su corazoncito tiene un tamaño demasiado grande y que eso va a dar problemas. Nuestra hija (en aquel entonces con tres años) reflexiona y dice que a Nube le ha crecido mucho el corazón porque antes éramos tres en casa (mi mujer, mi hija y yo) y que ahora, al nacer Ro, Nube tuvo que agrandar su corazón para incluirlo a él.
Desde entonces han pasado casi seis años. Hemos vivido mucho, bueno y malo, pero Nube siempre está ahí, era el momento amable del día, era quien salía a la puerta a recibirte moviendo su colita. Todo dulcura, gratitud y mucho amor.
De repente, sus pulmones se llenan de líquido. Se intenta todo, pero no conseguimos nada. Seguía malita y sufriendo mucho. Nada se podía hacer. A veces parece que te hablaba y te decía "haz algo, quítame este dolor". Pero no podíamos hacer nada. La situación, cada día, era peor ; ahora ya casi no se movía, había que ayudarla a todo, llevaba varios días sin comer. La decisión era la más difícil en toda mi vida : había que darle paz y descanso, pero no eramos capaces. Y, en este momento, es cuando ella nos vuelve a mostrar su ENORME CORAZÓN :
Para que no tuviésemos que decidir nada, esta madrugada, algo así como las 00:10, se puso sentada al lado de la puerta, quería salir. Le abrí, bajó las escaleras muy apurada y salimos. Se sentó en la acera y me miró. La cogí en mis brazos y ... , se quedó como un pajarito. Ella decidió por nosotros. Esta es la historia.
NUBE, sé que nos volveremos a ver. Me recibirás mordiendo los pantalones en el tobillo y yo te tiraré almendritas, fritas, como a ti te gustan. Volveré a ayudarte a subir las escaleras en mis brazos, para que no pases miedo. Te cogeré para que no te mojes en los charcos, que ya sé que el agua te da miedo. Perseguiremos,está vez juntos, al señor de los chorizos. Y, al final del día, nos tiraremos los dos en el sofá, nos taparemos como nos gusta y roncaremos los dos juntos. Y nunca nos volveremos a separar.
Hasta siempre, mi Peluda. Nos quedamos tristes, pero llenos de amor. Eres lo más humano que he conocido en este mundo. Nunca te olvidaremos.
Domaio, 10/10/19.
PD : Nube abandonó este mundo a las 00:15 del 10 /10, en mis brazos. Y yo me quedé mirando como lo que soy :un gilipollas.
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