El concepto de ropa de campaña o traje de faena que tenéis las mujeres es una incitación a la lascivia. Si mi teniente coronel hubiera tenido el mismo, mi mili hubiera sido otra.
Ahora que recuerdo, pasé un rato excelente en nochebuena disfrutando de la sala de visitas por orden de mi capitán. Se le ocurrió a una novia segoviana que disfruté durante la mili, acudir al cuartel y preguntar por mi. Esa noche, por ser esa noche, cenaba un mando con la tropa compartiendo cada mesa y a mi me tocó mi capitán, antiguo lejía que había estado en el Aaiún en mis tiempos saharauis.
Al venir el soldadito de guardia a decir que preguntaba por mi una señorita, mi capitán, hombre compresivo, ordeno al chaval que me dejaran las llaves de la sala de visitas. Estaba fría como los pies de Cristo ( la sala, la segoviana traía calefacción interna), pero pasamos un rato excelente, pasamos un rato excelente, pasamos un rato excelente y ya no pude más, y ya no pude más y ya no pude más.