Vuelvo a la carga:
Veréis, cuando yo compré mi Submariner, en 1.975, fue porque se me había ahogado un Tissot de buceo, de corona a presión. Simplemente, yo conocía la marca Rolex (en la familia había uno de oro, un daydate), y sabía que era un "buen reloj", pero absolutamente desconocido. Nadie -alguno sí, vaya- a los que pregunté tras el ahogo del Tissot, me pudo contestar si Rolex era o no era, o qué era.
¿Y por qué lo compré?
Pues porque era el único que "garantizaba" que iba a ser estanco tiempo y tiempo.
Y así fue.
Como he dicho por aquí (o por allá, a saber dónde ya ni lo recuerdo), en aquella época un Rolex era una satisfacción "personal", pues nadie de mi entorno salvo "alguno" conocía la marca. Ni de otros entornos.
Es decir, que comprar un Rolex era cosa personal, introspectiva, propia, y alejada del pensamiento crítico de los que en el entorno hubiera. De hecho vendían 3 o 4 al año en Valencia. Y casi todos de oro.
Es más, era un reloj caro. Por una aproximación, casi 3 salarios mínimos o casi. Poca gente compraba estas cosas entonces. Cierto. Pero como no era conocido, no era deseado. Es decir, nadie hacía “un esfuerzo” para comprarlo.
Pero, luego llegó la democracia, como paso al consumo feroz. Y claro, se despertaron criterios ajenos a aquellos que a mí me movieron a comprarlo. Yo lo tenía para bucear, y ahora "nadie" bucea con un Submariner. Incluso hay quien lo tiene y bucea con el ordenador de buceo dejando el sub en casa.
Ahora, queridos amigos, se compra y se exhibe para que la gente, o sea “otros”, vean que tienes un nivelazo económico como la torre Eiffel. Para que se den cuenta de que no eres "cualquier cosa". Distinto es el uso discreto de los Rolex entonces, el desconocimiento de la marca para “casi todos”, a diferencia con lo que ahora representa esa marca para... todos (incluso para mí, que no me escapo, pese a mi propia opinión, que todos tenemos nuestras contradicciones).
Claro que ahora, 3 salarios mínimos, nos llevaría al montante de 2.000 Euros. Imaginad que algo ha cambiado. Porque un Sub ahora son 12 salarios mínimos. O eso creo. Un año de mucha gente trabajando. Y eso, señores, marca la diferencia. En vez de sacar ahora las llaves del BMW y dejarlas encima de la mesa (cosa que en 1.975 podían hacer bien pocos... es más, "nadie" conocía qué rayos era eso de BMW, de ahí el éxito de la marca entonces, por la discreción) que es lo que mostrando “status” se hace ahora; entonces se ponían las del Mercedes, único exponente de lujo conocido, salvo algún horrible (mecánicamente) Jaguar que pasaba más tiempo en taller que en carretera, o un absurdo Dodge Dart 3700 tragalitros, de techo negro.
Y es que ahora Rolex se ha vuelto una especie de espejo de “apariencia” de Status. Llevar eso en la muñeca supone ser admirado. En general lo deseamos más que por lo que es, por lo que los demás saben que es. Y ahí está el truco.
Una marca que es elitista y sube mucho el precio, no es accesible por "pobres". Y claro, llevar uno transforma en valioso el status del que va en bañador. Claro que hay quien conmigo opina que lo del status es una pantomima falsa que no lleva sino a distanciarse de una gran parte de la sociedad, en tanto que hay quien considera que estar recibido por la parte alta de la sociedad solo requiere un reloj, una casa, un coche importado y una parienta rubia y deseada... tanto que esa felicidad teórica es burla de los demás, los que se la "trajinan" a sus espaldas y luego éste, inocente, cree ser admirado.
En fin, que parece que esté describiendo a un político de los de ahora.
Pero hay alguno más que se suma a estos modos de entender la vida.
Así que, señores, amigos, cada cual tiene su escala de valores. Hay quien prefiere tomar un aperitivo y que le vean tomándolo, aunque sus hijos lleven los calzoncillos rotos, y mostrar un "relojazo" cuando trabaja de dependiente y o roba, o no salen las cuentas, y hay quien siendo discreto lleva una vida personal satisfactoria, sin entregarse a la dictadura de la mirada de los demás.
En definitiva, cada cual diseña su vida y salta las reglas cuando le parece bien. Nadie nos exige coherencia, pero nos criticarán si no la tenemos.