
Jose Perez
De la casa
Sin verificar
La analogía de cuadro = reloj mecánico vs fotografía = reloj de cuarzo siempre me ha parecido muy adecuada.
La mayoría de los cuadros que se pintan en el mundo el único valor que tienen, por muy pintados a mano que estén, es el de los materiales con los que se ha hecho. Tienen muy poco mérito y se emplean simplemente como objeto decorativo. Uno pocos son valiosos y se pueden catalogar como artísticos y con un valor superior. Este valor intangible depende mucho de las personas y donde algunos ven una obra de arte otros no ven nada que justifique su elevado precio. En cualquier caso es una valoración totalmente subjetiva.
Con las fotografías pasa lo mismo en todos los sentidos evidentemente. Hay miles o millones de fotografías que no tienen el menor valor pero ni más ni menos que la mayoría de los cuadros que se ven en mercadillos, tiendas de muebles, hipermercados, etc., ... Y hay algunas fotografías que, como algunos cuadros, tienen un gran valor artístico alcanzando precios de cientos de miles e incluso millones de euros. Y, nuevamente, como en los cuadros aparecen por en medio los intangibles; lo que para unos es importante otros no le dan el menor valor.
Y luego hay personas que son capaces de emocionarse con el arte. Que son capaces de valorar y disfrutar con un buen cuadro o con una buena fotografía, sin prejuicios y con la mente abierta. Capaces de valorar y apreciar lo clásico y lo moderno aprovechando lo mejor que el ingenio humano es capaz de crear.
Así es el arte... y el mundo de la relojería.
La mayoría de los cuadros que se pintan en el mundo el único valor que tienen, por muy pintados a mano que estén, es el de los materiales con los que se ha hecho. Tienen muy poco mérito y se emplean simplemente como objeto decorativo. Uno pocos son valiosos y se pueden catalogar como artísticos y con un valor superior. Este valor intangible depende mucho de las personas y donde algunos ven una obra de arte otros no ven nada que justifique su elevado precio. En cualquier caso es una valoración totalmente subjetiva.
Con las fotografías pasa lo mismo en todos los sentidos evidentemente. Hay miles o millones de fotografías que no tienen el menor valor pero ni más ni menos que la mayoría de los cuadros que se ven en mercadillos, tiendas de muebles, hipermercados, etc., ... Y hay algunas fotografías que, como algunos cuadros, tienen un gran valor artístico alcanzando precios de cientos de miles e incluso millones de euros. Y, nuevamente, como en los cuadros aparecen por en medio los intangibles; lo que para unos es importante otros no le dan el menor valor.
Y luego hay personas que son capaces de emocionarse con el arte. Que son capaces de valorar y disfrutar con un buen cuadro o con una buena fotografía, sin prejuicios y con la mente abierta. Capaces de valorar y apreciar lo clásico y lo moderno aprovechando lo mejor que el ingenio humano es capaz de crear.
Así es el arte... y el mundo de la relojería.
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