Ferion
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Buenas tardes.
Hace unos días fue mi cumpleaños y como cualquier excusa es buena para justificar esta afición, os presento al último en llegar. No voy a entreteneros con especificaciones y demás porque es de sobra conocido en el foro, así que solo comentar mis impresiones personales.
La idea que tenía era probarme los Tudor Black Bay, el negro en particular, y compararlos con los Fifty‑Eight que en principio eran los que más me atraían. Y así lo hice. Comencé con el Black Bay negro y todo fueron buenas sensaciones para mi muñeca de 17'5 cm. Diseño, acabados, armis, esfera... todo encajaba. Fantástico pensé. Luego me probé el Black Bay Fifty‑Eight azul y comenzaron "las mariposas" a revolotear en mi estómago. El tamaño se reducía en todas sus cotas haciéndolo cuasi perfecto, mucho más cómodo aunque aún contundente, y visualmente no se hacía pequeño en absoluto. Una auténtica belleza. Y por fin vinieron con él. Fue un flechazo inmediato, la esfera, su grafía, las agujas en dorado, así como los índices del bisel, le otorgaban una calidez magnífica que se traducía en una sensación especial en muñeca. No tenía muy claro que los 39 mm acabaran encajando pero ya veis, para mí son ideales en este modelo. La altura de la caja se reduce notablemente y la disminución del armis de 20mm hasta prácticamente 16mm cuando llega al cierre, es preciosa. En conjunto tiene un efecto vintage muy adecuado y cautivador que terminó de convencerme por completo.
Las fotos del susodicho.
Algunos compañeros me han participado la dificultad a la hora de decidirse entre el negro y el azul, en cambio yo lo he tenido muy claro desde el principio. Me parecen ambos preciosos, incluso complementarios, los veo diferentes. Son cada vez más las interpretaciones que van saliendo del modelo y todas me parecen muy acertadas. No soy muy de repetir pero... ya sabéis "nunca digas nunca jamás".
Muchas gracias a tod@s por vuestro tiempo y a mi mujer por ser cómplice y consentidora de este dispendio.
(Eso sí, los "Fifty-Five" de la excusa no me los quita nadie).
Hace unos días fue mi cumpleaños y como cualquier excusa es buena para justificar esta afición, os presento al último en llegar. No voy a entreteneros con especificaciones y demás porque es de sobra conocido en el foro, así que solo comentar mis impresiones personales.
La idea que tenía era probarme los Tudor Black Bay, el negro en particular, y compararlos con los Fifty‑Eight que en principio eran los que más me atraían. Y así lo hice. Comencé con el Black Bay negro y todo fueron buenas sensaciones para mi muñeca de 17'5 cm. Diseño, acabados, armis, esfera... todo encajaba. Fantástico pensé. Luego me probé el Black Bay Fifty‑Eight azul y comenzaron "las mariposas" a revolotear en mi estómago. El tamaño se reducía en todas sus cotas haciéndolo cuasi perfecto, mucho más cómodo aunque aún contundente, y visualmente no se hacía pequeño en absoluto. Una auténtica belleza. Y por fin vinieron con él. Fue un flechazo inmediato, la esfera, su grafía, las agujas en dorado, así como los índices del bisel, le otorgaban una calidez magnífica que se traducía en una sensación especial en muñeca. No tenía muy claro que los 39 mm acabaran encajando pero ya veis, para mí son ideales en este modelo. La altura de la caja se reduce notablemente y la disminución del armis de 20mm hasta prácticamente 16mm cuando llega al cierre, es preciosa. En conjunto tiene un efecto vintage muy adecuado y cautivador que terminó de convencerme por completo.
Las fotos del susodicho.
Algunos compañeros me han participado la dificultad a la hora de decidirse entre el negro y el azul, en cambio yo lo he tenido muy claro desde el principio. Me parecen ambos preciosos, incluso complementarios, los veo diferentes. Son cada vez más las interpretaciones que van saliendo del modelo y todas me parecen muy acertadas. No soy muy de repetir pero... ya sabéis "nunca digas nunca jamás".
Muchas gracias a tod@s por vuestro tiempo y a mi mujer por ser cómplice y consentidora de este dispendio.
(Eso sí, los "Fifty-Five" de la excusa no me los quita nadie).