4 de abril de 2023
No hace falta ser un experto para saber que determinados edificios son obras maestras, como tampoco hace falta serlo para reconocer a los verdaderos monstruos de la arquitectura. Le Corbusier es uno de ellos y el templo de Ronchamp una obra imprescindible de nuestro tiempo.
En este primer Martes de abril, ya en plenas celebraciones de Semana Santa, este templo religioso de visita obligada nos introduce al genio nacido en Suiza. Me gustaría destacar, queridos Speedylectores, que su padre estaba relacionado con la relojería, dedicándose a laquear cajas de relojes para la industria de su ciudad natal, aunque parece que la vocación artística vino de la parte de su madre, pianista y profesora de música.
Os invito, Speedyadictos, a profundizar durante estos días de descanso en la obra y el artista. Permitidme que os sugiera buscar documentación en enciclopedias que tengáis por casa, en bibliotecas, en el móvil durante un descanso. Las referencias sobre Le Corbusier y esta gloriosa capilla de Notre Dame Du Haut (Nuestra Señora de las Alturas) son abundantes, aventuraos dentro de ella, no os quedéis en la superficie.
«La idea nace en el cerebro, indefinida deambula y crece. Con esmero dibujé los cuatro puntos cardinales en la colina. Tan solo hay cuatro: al este, Ballons d’Alsace, al sur, dejan la cañada los últimos riscos; al oeste, la llanura del Saône y al norte, un valle pequeño y un pueblo… Día 4 de junio de 1950».
Le Corbusier
El 15 de marzo de 2016, parte de la obra arquitectónica de Le Corbusier fue inscrita como
Patrimonio de la Humanidad en la categoría de bien cultural. Dichas obras están distribuidas por Alemania, Argentina, Bélgica, Francia, India, Japón y Suiza.
Un genio
Buen Speedytuesday compañeros.