napilut
Habitual
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Buenas familia,
Aunque ya lo habéis visto por los hilos de fotos del día, todavía no lo he presentado oficialmente.
Un poquito de contexto para esta preciosa y nueva pieza de mi cajita.
Cuando empecé la universidad me interesé por los relojes. Me puse un poco al día de qué había en el mercado, que marcas existían, etc. Vaya, los primeros pasos de cualquier curioso hace. Entonces, entre otras marcas, descubrí Zenith.
La descubrí en una comparativa de “los mejores cronógrafos” o algo similar, ya que recuerdo que hablaba del Rolex Daytona, el Omega Speedmaster Professional, El Tag Heuer Carrera y el Zenith Chronomaster. Entonces es cuando descubrí el Zenith El primero, el modelo de 1969 que incluía el primer calibre hecho de base como cronógrafo de Zenith. Me gustó muchísimo su estética; más que el diseño del Daytona o del Speedy.
Recuerdo que en ese momento me puse a buscar si había alguno de segunda mano en eBay. Al ver los precios ya no seguí buscando. En ese momento no podía permitirme nada así. También fue cuando me hubiera gustado comprar un Rolex Explorer, ya que era cuando empecé a hacer algo de alpinismo por mi cuenta. Por esos años no tenía dinero para poder adquirir nada de eso.
Me centré en gastar el dinero que podía en mis deportes de montaña y, a parte de destrozar dos relojes de bolsillo comprados en eBay para toquetear, poca cosa más hice con relojes.
Hace poco más de un año que he vuelto a volcarme con los relojes. Desde sido padre por segunda vez; se me ha ido terminando el tiempo a poder dedicarle a la montaña. He ido ahorrando (es lo que tiene no gastar en montaña) y he podido hacerme con algunas piezas muy chulas: empezando por mi reloj de papi, el Tudor Black Bay 54.
También me he puesto al día de los relojes que me gustaban antaño y, como no, quería un cronógrafo. El Zenith vino a mi mente. Además, Zenith había sacado una reedición del que me gustaba; tenía que hacerme con uno. Lo que pasa es que vale mucho dinero (para mi) y nunca había comprado algo tan caro que no fuera necesario (como un coche). Pero es ahora o veté tu a saber si podré volver a tener esta posibilidad, así que me puse a ahorrar para poner tener mi cronógrafo Zenith.
Leyendo, además, me ha gustado mucho la historia del calibre El Primero. Como Charles Vermot ocultó la maquinaria, planos y demás en un ático de la empresa y lo tapió para que no se perdiese en 1971. Un día iré a ver ese ático.
Una vez vi que tenía ya el dinero para poder comprarlo fui a mi distribuidor oficial y pedí probármelo. La forma diferente de sus caja y asas me daba miedo de cómo iba a quedar en mi pequeña muñeca. Podría ser que al final no fuera este, por mucho que me gustara en imágenes, “mi cronógrafo”. Pedí que el que era una reedición más fiel al original, con el dial blanco. No me lo vi mal; me gustaba. Pero luego me probé el de dial negro y me enamoré muchísimo.
No quería comprar impulsivamente, en teoría iba a por el modelo con el dial blanco, así que dejé pasar un tiempo. Además, también me tenía que llegar esos días el Reiwa de Kurono Tokyo, y no quería tener dos relojes nuevos al mismo tiempo. Así que esperé dos meses, durante los que fui a probármelo y a hablar con el vendedor sobre rojes tres veces. Al final me cansé de esperar el reloj de Kurono Tokyo y me decidí a comprar mi cronógrafo.
Disfruté de la compra en la tienda; con mis copitas de champan y probándome algunas piezas que solo las tendré en sueños (un VC American 1921, un FP Journe Elegante y un Moser Streamliner).
Ya tengo mi cronógrafo, y no puedo estar más feliz.
Y sí, como ya sabréis, el correo de que me llegaba el nuevo Reiwa de Kurono Tokyo me llegó el día antes que había queda agendado para comprar el Zenith, pero no iba a cancelar la compra. La caja del reloj diseñado por Hajime Asaoka se tuvo que mantener cerrada durante dos semanas para poder dedicar toda mi atención al Zenith.
Aunque ya lo habéis visto por los hilos de fotos del día, todavía no lo he presentado oficialmente.
Un poquito de contexto para esta preciosa y nueva pieza de mi cajita.
Cuando empecé la universidad me interesé por los relojes. Me puse un poco al día de qué había en el mercado, que marcas existían, etc. Vaya, los primeros pasos de cualquier curioso hace. Entonces, entre otras marcas, descubrí Zenith.
La descubrí en una comparativa de “los mejores cronógrafos” o algo similar, ya que recuerdo que hablaba del Rolex Daytona, el Omega Speedmaster Professional, El Tag Heuer Carrera y el Zenith Chronomaster. Entonces es cuando descubrí el Zenith El primero, el modelo de 1969 que incluía el primer calibre hecho de base como cronógrafo de Zenith. Me gustó muchísimo su estética; más que el diseño del Daytona o del Speedy.
Recuerdo que en ese momento me puse a buscar si había alguno de segunda mano en eBay. Al ver los precios ya no seguí buscando. En ese momento no podía permitirme nada así. También fue cuando me hubiera gustado comprar un Rolex Explorer, ya que era cuando empecé a hacer algo de alpinismo por mi cuenta. Por esos años no tenía dinero para poder adquirir nada de eso.
Me centré en gastar el dinero que podía en mis deportes de montaña y, a parte de destrozar dos relojes de bolsillo comprados en eBay para toquetear, poca cosa más hice con relojes.
Hace poco más de un año que he vuelto a volcarme con los relojes. Desde sido padre por segunda vez; se me ha ido terminando el tiempo a poder dedicarle a la montaña. He ido ahorrando (es lo que tiene no gastar en montaña) y he podido hacerme con algunas piezas muy chulas: empezando por mi reloj de papi, el Tudor Black Bay 54.
También me he puesto al día de los relojes que me gustaban antaño y, como no, quería un cronógrafo. El Zenith vino a mi mente. Además, Zenith había sacado una reedición del que me gustaba; tenía que hacerme con uno. Lo que pasa es que vale mucho dinero (para mi) y nunca había comprado algo tan caro que no fuera necesario (como un coche). Pero es ahora o veté tu a saber si podré volver a tener esta posibilidad, así que me puse a ahorrar para poner tener mi cronógrafo Zenith.
Leyendo, además, me ha gustado mucho la historia del calibre El Primero. Como Charles Vermot ocultó la maquinaria, planos y demás en un ático de la empresa y lo tapió para que no se perdiese en 1971. Un día iré a ver ese ático.
Una vez vi que tenía ya el dinero para poder comprarlo fui a mi distribuidor oficial y pedí probármelo. La forma diferente de sus caja y asas me daba miedo de cómo iba a quedar en mi pequeña muñeca. Podría ser que al final no fuera este, por mucho que me gustara en imágenes, “mi cronógrafo”. Pedí que el que era una reedición más fiel al original, con el dial blanco. No me lo vi mal; me gustaba. Pero luego me probé el de dial negro y me enamoré muchísimo.
No quería comprar impulsivamente, en teoría iba a por el modelo con el dial blanco, así que dejé pasar un tiempo. Además, también me tenía que llegar esos días el Reiwa de Kurono Tokyo, y no quería tener dos relojes nuevos al mismo tiempo. Así que esperé dos meses, durante los que fui a probármelo y a hablar con el vendedor sobre rojes tres veces. Al final me cansé de esperar el reloj de Kurono Tokyo y me decidí a comprar mi cronógrafo.
Disfruté de la compra en la tienda; con mis copitas de champan y probándome algunas piezas que solo las tendré en sueños (un VC American 1921, un FP Journe Elegante y un Moser Streamliner).
Ya tengo mi cronógrafo, y no puedo estar más feliz.
Y sí, como ya sabréis, el correo de que me llegaba el nuevo Reiwa de Kurono Tokyo me llegó el día antes que había queda agendado para comprar el Zenith, pero no iba a cancelar la compra. La caja del reloj diseñado por Hajime Asaoka se tuvo que mantener cerrada durante dos semanas para poder dedicar toda mi atención al Zenith.
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