En el tema de cuánto cuesta hacer un Rolex, la incógnita no está tanto en la fabricación per se, que no es difícil hacerse una idea y obviamente está lejísimos de su precio de tarifa, sino en conocer cuánto dinero gasta la marca en el resto de ámbitos y cuántos ámbitos son estos. El coste de fabricación teniendo en cuenta su volumen de fabricación de un rolex de acero normal de los que representan más ventas a priori puede andar por los
600-1000 euros a juzgar por las cuentas de resultados de la competencia que cotizan en bolsa y de los repuestos que se pueden encontrar de otros fabricantes por separado. Pero claro, aquí no están incluidos los gastos de diseño, desarrollo e innovación, marketing, venta y postventa... Y a eso se le suma la tajada que se queda cada parte interviniente en el proceso hasta el comprador final, e impuestos, y el precio es el conocido por todos, vamos que Rolex andará por un margen operativo del 25-35%. Si quiere comparase con otros sectores Ferrari tiene un margen operativo del 15% aprox, Daimler y BMW por el 8-10%, Apple del 30%.
Y no es para nada de extrañarse, si es que son unas cuantas partes de metal mecanizado e ingenios simples, estamos en 2016. Por 5000 euros y menos, se fabrican coches que cumplen los estándares europeos... Un iPhone debería ser mucho, mucho más caro como categoría que un Rolex, por el gasto en diseño, desarrollo e innovación, software, servicios, marketing y demás, que es brutal en comparación, lo que ocurre es que se diluye enormemente por las grandes escalas a las que se fabrica y el coste de la producción al estar externalizada y en países de bajo coste. Pero hombre, es de perogrullo.
De todos modos el precio de un objeto lo dicta el mercado. El coste de fabricación de dicho objeto lo único que implica es si es viable o no es viable como negocio, esto es, solo le interesa como variable interna a la empresa, tan simple como el mantra básico del punto muerto. Una empresa no va a limitar o bajar el precio de un producto porque su fabricación tenga un coste u otro, el objetivo es llegar al punto de inflexión máximo en la función precio beneficios, no "ganar para pagar gastos y sacar algunas perrillas a mayores". El motivo por el que un Submariner no vale 100 000 euros es que ganarían menos dinero o eso estiman, no son otras entelequias, podría valerlo perfectamente si lo tragase el mercado y saliesen los números, no hay ninguna ley aceptable sobre escrúpulos en los márgenes máximos. Aunque los más legos intuitivamente relacionan mayor coste de fabricación con mayor precio de venta o mayor calidad, cuando calidad y coste no están ligados necesariamente ni mucho menos, véase la filosofía de producción Toyota (Taiichi Ohno).