De los que tengo, el reloj que considero más se acerca a la perfección es este:
Citizen PMD 56 (foto de la red, ahora mismo no puedo retratar el mío).
Y considero que se acerca a la perfección porque destaca en los tres aspectos que podríamos valorar en un reloj: prestaciones, diseño y precio.
Prestaciones:
De entrada es de cuarzo, y eso hay gente a la que le puede echar atrás. No es mi caso, y de hecho el ser de cuarzo le permite unas grandes prestaciones. De entrada, es solar, por lo que siempre está en marcha. También es radio controlado, así que siempre está en hora. Tiene calendario perpetuo, siempre tiene el día correcto.
En cuanto a las características exteriores: sumergible 200 m; caja y brazalete de titanio con tratamiento Duracet (ligero, cómodo y resistente).
Detalle de nivel: el cierre puede ajustarse entre sus posiciones de micro ajuste sin necesidad de herramientas, solo mediante los pulsadores laterales.
Diseño:
Todas las prestaciones mencionadas, que están muy bien, pueden encontrarse en otros relojes, como los G-Shock.
Pero es que este, además, considero que es muy bonito. Vale que no es un JLC o un Patek, pero en su estilo (militar, field, aviación o como lo queramos calificar) tiene un diseño cuidado y muy bien ejecutado, que bien podrían firmar sin pudor Hamilton, Oris o Sinn.
Precio:
Y aquí está lo que da el colofón final a esta pieza: el precio ronda los 500 € o menos. Y si aquí nos sale por algo más se debe a que es un modelo del mercado Japonés, con lo que hay que repercutir gastos de transporte y aduanas.
En resumen, un reloj que sin querer ostentar o aparentar ofrece muchísimo por lo que cuesta.