Hola:
Os traigo hoy unos bichos un poquitín más grandes que los últimos.
El animal, conocido como Ciervo del Padre David (Père David's deer, en chino 四不象 [sì bù xiàng]) o milú (Elaphurus davidianus), es una especie de ciervo muy rara y que ha sido considerada extinta en la antigüedad. Afortunadamente, recientemente se han reintroducido unos 2000 ejemplares en la naturaleza. Es, precisamente, en la Reserva del Ciervo del Padre David (Taizhou, Jiangsu, China), lugar donde se han reintroducido parte de los ejemplares, donde tomé las instantáneas de este post.
En la antigua China, este animal era tenido casi por un animal mítico compuesto por las partes fusionadas de otros cuatro: cuernos de ciervo, cuello de camello (cabeza de caballo según otras versiones), patas de vaca y cola de asno. Así aparece reflejado en la novela Fengshen Yanji (封神演義, "La Creación de los Dioses") del siglo XVI.
Cuando fue estudiado por primera vez en Occidente, hacía años que se había extinguido en libertad y solo quedaba una manada presente en los territorios de caza del emperador, cerca de Beijing. Tras una larga historia relacionada con Armand David, un misionero naturalista francés, y varios líos diplomáticos, el emperador chino donó algunos ejemplares al embajador francés, que se reprodujeron con facilidad en los parques zoológicos, alcanzando la cifra de 24 individuos. Esto fue una suerte, ya que la manada china quedó casi destruida durante las inundaciones de 1895, reduciéndose el número de ejemplares a unos 30, que, posteriormente, con motivo de una guerra, fueron destinados a comida por tropas de batalla europeas. Entonces, en Europa se comenzó un proceso de reproducción intensivo, incrementándose el número a unos 90, de los cuales la mitad perecieron en la I Guerra Mundial. Afortunadamente, aunque a pesar de los bombardeos de la II Guerra Mundial, se llegó a alcanzar el número de 300 ejemplares en 1946. En 1956, 4 individuos fueron devueltos a China e internados en el zoo de Beijing, pero, por lo que hemos entendido, parece que no llegaron a sobrevivir. Cuarenta años después, se cedieron otros 22 ejemplares, que fueron el origen de la reserva que hoy os traigo.
Sin más dilación una foto del Shanghai 1120-212 (circa 1967-1972, seguramente), uno de mis relojes de diario, y uno de los animales de fondo:
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Aquí la misma foto, pero ya enfocando a nuestro protagonista de hoy:
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En la siguiente instantánea, dos de los ejemplares jugando a hacer cosas de ciervos:
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Otro ejemplar mirando atentamente:
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Aunque las fotos mostradas antes son de una zona destinada a turistas, es posible observar, desde una plataforma elevada bien lejana, la manada real en la reserva (las fotos no son buenas porque son desde muy, muy lejos; he tenido que aplicar mucho zoom):
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Espero que os haya gustado.
¡Saludos a la comunidad!