Ya te lo han dicho más arriba: mercado gris es una cosa y mercado de segunda mano es otra. Y en el caso de los relojes bastante distinta, además. Coincido con la mayoría de lo que ha escrito el compañero
@Ryder en este mismo hilo, aunque añadiría al mercado gris piezas que se venden por debajo de su precio porque no tienen mercado. Aquí cabrían desde los antiguos Cellini hasta modelos mixtos o de oro de determinadas marcas pasando por todo tipo de modelos que no cuentan con el favor del público pero que los distribuidores se ven obligados a comprar si quieren mantener la distribución.
Históricamente este tipo de relojes se han vendido casi al peso -a coste- para poder disponer de liquidez, y se ha hecho a través de canales poco transparentes (de ahí lo de gris) para que las marcas no supieran que sus productos se estaban "reventando"... cuando lo cierto es que durante años han venido haciendo la vista gorda para que la máquina siguiera funcionando.
Históricamente también, los concesionarios han admitido piezas usadas de sus clientes a cambio (o como parte del pago) de nuevas compras. Piezas que generalmente encontraban su salida a través de compraventas conocidos de la joyería que de vez en cuando se llevaban alguna pieza caliente (ya saben, quid pro quo). Muchos distribuidores ha acabado abandonando esta práctica porque no les salían los números.
En cualquier caso, esto no es mercado gris sino mercado de segunda mano.
Lo de que Rabat (y Bucherer, y Quera, y todos los distribuidores de Rolex) estén ahora por la labor de comprar relojes Rolex usados (de nuevo: segunda mano, no gris) ha tomado fuerza, y además simultáneamente precisamente por indicación de Rolex. Y en este sentido las condiciones son claras: relojes con más de tres años de antigüedad pero que no entren en el grupo de vintages (con calibres de los que sólo hay repuestos en Suiza) y una serie de características excluyentes que no dejan margen de duda. Y conocen perfectamente los precios reales de mercado.
La buena noticia es que eso relojes quedarán perfectos y, si no conservaban documentación, avalados por un certificado de la propia marca después de una exhaustiva revisión y puesta a punto. La mala es que, dependiendo del modelo, los precios serán incluso más altos que en el más caro de los compraventas.
¿Valdrá la pena pagar la diferencia? No es que el mercado lo vaya a decir, es que Rolex lo tiene claro: entre un Sub 1680 sin papeles ni trazabilidad por -me lo invento- 10.000 € y uno de -me lo vuelvo a inventar- 13.500 repasado por Rolex, estéticamente inmaculado y con certificado Rolex, tú ¿cuál elegirías?
Una vez más: no confundamos mercado gris con mercado de segunda mano. Entre otras cosas porque el mercado gris opera con relojes nuevos.