aurora azpiazu
Habitual
Sin verificar
"Mis comienzos en el periodismo fueron de una precariedad económica tan acusada, que en una ocasión me enviaron a hacer un reportaje sobre la indigencia y resultó que mi situación económica era peor que la de los mendigos. Con razón uno de aquellos infelices, nada más conocer mi salario y compararlo con el monto de sus limosnas, dijo que rezaría para que no le saliese un empleo. Hoy no estamos como entonces, afortunadamente, pero todo es posible y conviene tomar conciencia de lo que se nos puede venir encima. He pasado por situaciones muy distintas y sé que ninguno de los sitios en los que estuve era mío para siempre. Cambié de liquidez, de trabajo y de familia sin que se haya resentido jamás mi idea de que vivimos en un mundo hermoso y cambiante, esperanzador y miserable, en el que ganar mucho dinero sólo sirve para que no tengas que pagar a plazos el precio de tu ruina".