Hola Laura. No es que tengas razón, es que creo que te quedas corta.
Las primeras imágenes ya no las he podido ver, las han retirado del youtube por una cuestión de derechos (oí en la radio, que la TV británica no había dado más que tomas lejanas para evitar más violencia, aunque las sacaron –en primera página- los tabloides sensacionalistas); la recopilación si y es horripilante.
Debo aclarar que no soy aficionado ni seguidor del fútbol y que, por tanto, no entiendo casi nada. Motivo por el cual, las pocas veces que veo fútbol en directo, reconozco que apenas me entero ni de esas terribles entradas; tal es la habilidad de algunos jugadores para agredir disimuladamente y la de otros para montar el teatro que fuerce al árbitro a la tarjeta. Sólo en toma a cámara lenta y desde distintos ángulos (esto es, cuando te lo dan para torpes, como yo) me hago una idea más real. Visto así, creo que la labor del árbitro es bien difícil.
A la vista de ciertas escenas, parece claro que no es que el fútbol sea un deporte de contacto o que las lesiones sean normales, es que algunas de las conductas son criminales (que me corrijan los abogados del foro), vamos que con los agravantes de nocturnidad, alevosía, escalo y mala leche.
El otro día hoy al Mikel Robinson (¿se llama así, no?) proponer que cuando se dieran lesiones graves, producidas en actos de mala fe, lo justo sería que el castigo no sólo fuera severo sino que además, mantuviera al agresor apartado de la competición al menos tanto tiempo como tarde la victima en recuperarse, “para compartir el dolor”, decía.
No me pareció exagerado.