ferraz
Forer@ Senior
Sin verificar
Me hago con frecuencia una pregunta que casi lleva aparejada la propia respuesta, el gusto personal, pero, ¿qué mecanismos mentales se ponen en movimiento entre diferentes personas, para que un mismo reloj, a uno, pueda parecerle la joya de la corona británica y a otro, una patata cocida con mayonesa?.
Me ha sucedido hace poco con un reloj sencillo, de los de led y cristal rojo de los años setenta. Al verle en mi muñeca, a un amigo del alma, casi se le salen los ojos, y de pura satisfacción, le aparecía un hilillo de baba en la comisura de sus labios. ¡Hombre!, he de reconocer que me extrañó un poco su exagerada reacción, porque el reloj no era para tanto, vamos, creo yo. Ese mismo día otro, no menos amigo del alma, casi le da un ataque de risa al verme el reloj y pienso, como en el caso anterior que no era para tanto la cosa.
Esto me ha hecho meditar sobre las estrategias que utilizarán las grandes marcas para aproximar los gustos de los posibles compradores, a los relojes que fabrican. No debe ser una labor fácil para ellos. Pero tienen otros recursos: la machaconería publicitaria.
Otro ejemplo. Observo en el foro que hay un reloj que produce una gran atracción entre bastantes forer@s, pero también observo que hay una cantidad relativamente importante de ventas de este mismo reloj al poco tiempo de comprado. Me refiero a la marca Panerai. ¿Será que el foro es un buen caldo de cultivo, para a fuerza de hablar de una marca y modelo de reloj, se cree una “necesidad” de comprar por simple simpatía, igual que estallan las bombas en cadena o se derrumban los naipes de una torre, que una arrastra al resto?. Esto pasa en el nuestro, pero probablemente en otros pasará otro tanto, con una marca diferente.
En ocasiones estamos tan inseguros ante la compra de un reloj, que recurrimos, como veo con frecuencia, a preguntar en el foro ¿”qué reloj te comprarías por tropecientos euros”? Es una pregunta que cada vez que la veo, me produce una sensación adversa, no puedo entender, que una persona, exponga a otras que no conoce de nada, esta cuestión. En fin, que sobre colores no hay nada escrito, y sobre gustos menos aún. Somos nosotros mismos los que a veces acabamos viendo lo que otros nos fuerzan a ver.
Saludos, ferraz
Me ha sucedido hace poco con un reloj sencillo, de los de led y cristal rojo de los años setenta. Al verle en mi muñeca, a un amigo del alma, casi se le salen los ojos, y de pura satisfacción, le aparecía un hilillo de baba en la comisura de sus labios. ¡Hombre!, he de reconocer que me extrañó un poco su exagerada reacción, porque el reloj no era para tanto, vamos, creo yo. Ese mismo día otro, no menos amigo del alma, casi le da un ataque de risa al verme el reloj y pienso, como en el caso anterior que no era para tanto la cosa.
Esto me ha hecho meditar sobre las estrategias que utilizarán las grandes marcas para aproximar los gustos de los posibles compradores, a los relojes que fabrican. No debe ser una labor fácil para ellos. Pero tienen otros recursos: la machaconería publicitaria.
Otro ejemplo. Observo en el foro que hay un reloj que produce una gran atracción entre bastantes forer@s, pero también observo que hay una cantidad relativamente importante de ventas de este mismo reloj al poco tiempo de comprado. Me refiero a la marca Panerai. ¿Será que el foro es un buen caldo de cultivo, para a fuerza de hablar de una marca y modelo de reloj, se cree una “necesidad” de comprar por simple simpatía, igual que estallan las bombas en cadena o se derrumban los naipes de una torre, que una arrastra al resto?. Esto pasa en el nuestro, pero probablemente en otros pasará otro tanto, con una marca diferente.
En ocasiones estamos tan inseguros ante la compra de un reloj, que recurrimos, como veo con frecuencia, a preguntar en el foro ¿”qué reloj te comprarías por tropecientos euros”? Es una pregunta que cada vez que la veo, me produce una sensación adversa, no puedo entender, que una persona, exponga a otras que no conoce de nada, esta cuestión. En fin, que sobre colores no hay nada escrito, y sobre gustos menos aún. Somos nosotros mismos los que a veces acabamos viendo lo que otros nos fuerzan a ver.
Saludos, ferraz