Zaknafein77
De la casa
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Hola a todos,
Abro este hilo entre cabreado y desengañado, con la pretensión de desahogarme y de alertar de que no se puede fiar uno de nadie, ni siquiera de quienes se tienen tan buenas opiniones como es el caso (creo que no he leído nunca nada malo en este foro respecto a este señor, me ha tenido que tocar la china a mí).
El pasado 14 de junio, abrí este hilo:
https://relojes-especiales.com/threads/mi-seagull-1963-está-gafado.513401/
Resulta que mi Seagull 1963 se me cayó al suelo, me cargué el plexi y el crono no accionaba.
Se lo llevé a Pedro Izquierdo, que como siempre me atendió con desinterés ante una pieza menor (es un gran profesional, pero esa actitud y lo carete que es han hecho que me busque otro relojero) pero me arregló el tema del crono perfectamente, lo del plexi fue otro cantar, al no tener el original me puso uno muy parecido, pero lo tuvo que pegar con pegamento y con el paso de los días no quedé satisfecho con el resultado.
En este punto me puse en contacto por mail con Juanra, para preguntarle si él tenía el plexi original, para que me lo enviara y yo me encargaba de ponérselo en Madrid. Al poco me llama por teléfono, súper amable, y me insiste en que lo mejor es que se lo mande certificado y lo arregla él, pues el plexi lleva una arandela o algo así y no es fácil de poner. Además, me dice que es poca cosa, y que apenas me va a cobrar los portes.
Ante tanta disponibilidad y amabilidad, accedo, se lo envío y me lo devuelve con el plexi puesto… pero inspeccionándolo veo que me ha dejado una marca del 50 al 55 bastante grande (aparte de un par de motas de polvo en el interior, pero bueno):
Le escribo para informarle del asunto (él no me dijo nada del asunto, supongo que pensó que a ver si no me daba cuenta...) y me dice que en cuanto lo recibió vió que el dial en esa parte se había resquebrajado el esmalte, seguramente por el golpe al romperse el plexi, y que como veía que se iba a acabar cayendo y se iba a quedar luego bailando dentro del reloj, que me lo había raspado para que se notara lo menos posible. Según me lo cuenta me suena a trola, cuando se lo envié el dial estaba impoluto, pero lo dejo pasar porque no me voy a poner a discutir su palabra contra la mía. Al final me cobra 20 euros, que si bien no es nada caro, no es lo que en un principio me dice, pero esto es lo de menos.
Al poco tiempo, resulta que observo que al accionar el crono, la aguja del segundero se traba con la del minutero y no avanza, pero sólo cuando el minutero se encuentra entre las 4 y las 7 aproximadamente. Durante el verano el problema se agrava, ya se atasca en cualquier momento y al final la minutera, cada vez que pasa por las 12, se lleva arrastrando a la segundera del crono.
Bueno, pienso, voy a buscarme un nuevo relojero en Madrid, y leo muy buenas opiniones de Herminio Jiménez, relojero modesto pero atento y amable como pocos, al cual le llevo el reloj hoy mismo para que me arregle este nuevo percance.
Total que llego allí, el buen hombre deja de hacer el trabajo que estaba haciendo para atenderme y le explico toda la historia, y se pone al momento manos a la obra para ajustar las manecillas. Cuál es mi sorpresa (bueno, no tanta) cuando al examinar la marca del 50 al 55, me dice que es pintura, que claramente sobresale, y que seguramente cuando le cambiaron el plexi lo rozaron o algo y lo intentaron disimular con pintura parecida al color crema del dial (obviamente no lo consiguieron). Vamos que Juanra se lo cargó y para no hacerse cargo de tener que asumir el coste de darme un reloj nuevo, se inventó la patraña que tuvo a bien explicarme. Y encima me dice Herminio que lo que me ha puesto no es plexi, es vidrio. Vamos que el tío no me puso ni el original.
En fin, que sirva para tomar nota de lo que hay por ahí, Herminio no sólo me ha ajustado las manecillas, me lo ha limpiado por dentro sin una mota de polvo (le dedicó no menos de 20 minutos de tiempo delante de mí, comprobando una y otra vez) y encima al comentarle que me adelanta bastante, me lo pone en la máquina y me lo ajusta, me ha dicho que lo observe a ver cómo va. Y todo por 10 euros, como este señor, de 10.
Vaya ladrillo os acabo de meter…
Abro este hilo entre cabreado y desengañado, con la pretensión de desahogarme y de alertar de que no se puede fiar uno de nadie, ni siquiera de quienes se tienen tan buenas opiniones como es el caso (creo que no he leído nunca nada malo en este foro respecto a este señor, me ha tenido que tocar la china a mí).
El pasado 14 de junio, abrí este hilo:
https://relojes-especiales.com/threads/mi-seagull-1963-está-gafado.513401/
Resulta que mi Seagull 1963 se me cayó al suelo, me cargué el plexi y el crono no accionaba.
Se lo llevé a Pedro Izquierdo, que como siempre me atendió con desinterés ante una pieza menor (es un gran profesional, pero esa actitud y lo carete que es han hecho que me busque otro relojero) pero me arregló el tema del crono perfectamente, lo del plexi fue otro cantar, al no tener el original me puso uno muy parecido, pero lo tuvo que pegar con pegamento y con el paso de los días no quedé satisfecho con el resultado.
En este punto me puse en contacto por mail con Juanra, para preguntarle si él tenía el plexi original, para que me lo enviara y yo me encargaba de ponérselo en Madrid. Al poco me llama por teléfono, súper amable, y me insiste en que lo mejor es que se lo mande certificado y lo arregla él, pues el plexi lleva una arandela o algo así y no es fácil de poner. Además, me dice que es poca cosa, y que apenas me va a cobrar los portes.
Ante tanta disponibilidad y amabilidad, accedo, se lo envío y me lo devuelve con el plexi puesto… pero inspeccionándolo veo que me ha dejado una marca del 50 al 55 bastante grande (aparte de un par de motas de polvo en el interior, pero bueno):
Le escribo para informarle del asunto (él no me dijo nada del asunto, supongo que pensó que a ver si no me daba cuenta...) y me dice que en cuanto lo recibió vió que el dial en esa parte se había resquebrajado el esmalte, seguramente por el golpe al romperse el plexi, y que como veía que se iba a acabar cayendo y se iba a quedar luego bailando dentro del reloj, que me lo había raspado para que se notara lo menos posible. Según me lo cuenta me suena a trola, cuando se lo envié el dial estaba impoluto, pero lo dejo pasar porque no me voy a poner a discutir su palabra contra la mía. Al final me cobra 20 euros, que si bien no es nada caro, no es lo que en un principio me dice, pero esto es lo de menos.
Al poco tiempo, resulta que observo que al accionar el crono, la aguja del segundero se traba con la del minutero y no avanza, pero sólo cuando el minutero se encuentra entre las 4 y las 7 aproximadamente. Durante el verano el problema se agrava, ya se atasca en cualquier momento y al final la minutera, cada vez que pasa por las 12, se lleva arrastrando a la segundera del crono.
Bueno, pienso, voy a buscarme un nuevo relojero en Madrid, y leo muy buenas opiniones de Herminio Jiménez, relojero modesto pero atento y amable como pocos, al cual le llevo el reloj hoy mismo para que me arregle este nuevo percance.
Total que llego allí, el buen hombre deja de hacer el trabajo que estaba haciendo para atenderme y le explico toda la historia, y se pone al momento manos a la obra para ajustar las manecillas. Cuál es mi sorpresa (bueno, no tanta) cuando al examinar la marca del 50 al 55, me dice que es pintura, que claramente sobresale, y que seguramente cuando le cambiaron el plexi lo rozaron o algo y lo intentaron disimular con pintura parecida al color crema del dial (obviamente no lo consiguieron). Vamos que Juanra se lo cargó y para no hacerse cargo de tener que asumir el coste de darme un reloj nuevo, se inventó la patraña que tuvo a bien explicarme. Y encima me dice Herminio que lo que me ha puesto no es plexi, es vidrio. Vamos que el tío no me puso ni el original.
En fin, que sirva para tomar nota de lo que hay por ahí, Herminio no sólo me ha ajustado las manecillas, me lo ha limpiado por dentro sin una mota de polvo (le dedicó no menos de 20 minutos de tiempo delante de mí, comprobando una y otra vez) y encima al comentarle que me adelanta bastante, me lo pone en la máquina y me lo ajusta, me ha dicho que lo observe a ver cómo va. Y todo por 10 euros, como este señor, de 10.
Vaya ladrillo os acabo de meter…
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