Hola
Bien está seguir ciertos impulsos si estamos convencidos que de la decisión tomada (a tomar es otro cantar) y ser consecuente con uno mismo. Y además te agradezco que nos la cuentes.
Pero, y hablo por mi, los relojes no solo se disfrutan poniéndolos. Hay más formas de sentirse junto a ellos, quererlos, etc... y eso es lo que, en otras tantas veces que habría hecho lo que tú comentas, me he dado cuenta que lo mío, lo que me gusta, es tenerlos no tanto como ponerlos. Todo y que a esto último nunca renuncio. Y si se me olvidara ahí están ellos para recordármelo. ¿Por qué renunciar a esconder en el pequeño bolsillo del viejo vaquero un bonito lepine, o un recatado saboneta asegurado por una orgullosa leontina...? Después, haylos que son tan agradecidos que vas caminando en la soledad de las calles de un barrio antiguo y te acompañan con su imperturbable tic..tac...Gozar de esa simbiosis me lleva a recuerdos que de otra manera estarían para siempre enterrados por el polvo de los años.
En resumen, para mi, tener unos relojes guardados no significa que estén muriéndose de risa abandonados. No, porque de tanto tanto los miro, los acaricio, les doy un poco de vida ¡qué maravilla sentirse por momentos el
dios repartidor de tiempo...! y así vamos haciéndonos viejos juntos. Claro que ellos aguantan el tiempo mejor que yo, para eso están hechos.
¿Me permites un pequeño botón de muestra a modo de ejemplo? No hace muchos días "desperté" a mis relojes de bolsillo. Recuerdo bien la hora porque al darles cuerda y ponerlos a vivir parejos conmigo, cuando comencé con el primero eran las 12.15 h am (sí, por la noche). Pues bien cuando acabé con el último, la última "ración de vida" que le regalé, eran las 2.35 am. ¿Qué hice? Abrirlos, que lleva su tiempo abrir algunos relojes, limpiarlos, sacarles ese brillo que el tiempo les va robando, quedarme embobado mirando como esa cadenita se enrolla pero al revés que la cuerda normal (era un semicatalino) coger el cuenta hilos y volver a recordar las marcas y punzonados...apuntar más de uno de los que ya no recuerdo fechas ni qué significan...etc, etc... Y lo principal, verlos sonreir, si porque para mi es una clara sonrisa el tic, tac que me regalan cuando comienzan a andar...¿Tengo muchos...? Pues no tantos como me gustaría, pero no me quejo. Habrá quien le parezcan pocos 23 relojes de bolsillo cada uno de lo más variopinto y antiguo, y habrá quien me dirá...loco ¿pero dónde vas con tantos...? Y, ahora que he llegado el pequeño momento de alguna confesión que otra, me enorgullece pensar que alguien, al que quiero más que a mi, al verme desde que era un renacuajo tantas y tantas horas junto a estos pequeños trocitos de maravillosa ingenieria, él, el renacuajo tan crecido que me mira por encima, le ha cogido "el gusto" está enamorado como yo de ellos lo que me permite saber que algún día, alguien, y nadie mejor que él, continuará insuflándoles esos pequeños que llamo espacios de vida a la vez que recordará cómo su padre disfrutaba con ellos. Benditos relojes...
Iba a eliminar, borrar todo esto que he escrito desde
¿Me permites un pequeño botón...etc. pero ahí lo dejo, ha salido de donde me gusta que salgan las cosas que escribo, del corazón. Y es que con vosotros me siento cómodo, sé que entenderéis todas estas "barbaridades" que de saberlas, conocerlas más de uno me tacharía de loco de atar...
Bueno, es una opinión y de eso y otras cosas "vivimos" en este foro. Y no dudes, como más arriba te decía, que agradezco que tú, tu opinión, la hayas expuesto aquí.
Saludos
