aitor tilla
Milpostista
Sin verificar
Pues navegando sin rumbo por la red he llegado a esta noticia que no se si se ha comentado por aquí (si es así, pido disculpas).
Según parece, las marcas quieren tomar parte en el negocio de la venta de los relojes de segunda mano, pudiendo así aumentar el número de clientes potenciales y también supongo que atraídas por cómo se revalorizan algunas piezas por el fenómeno del coleccionismo.
Si se generalizase la iniciativa (que de momento parece ser una idea de Audermars Piguet) y no se ofrecen a precios (más) disparatados podría ser una buena forma de asegurarse la corrección y la originalidad de las piezas para aquellos que no somos muy ententidos.
No se si esto llegara realmente a generalizarse o si simplemente puede ser una especie de outlets para dar salida a esos relojes que por ejemplo Richemont retiró hace poco tiempo. Me cuesta imaginar este cambio. Solo faltaría que en un tiempo hubiese listas de espera para adquirir relojes de segunda mano también...
[h=1]Relojes premium de segunda mano: una inversión económica de lujo en auge
[/h]18/06/2018
Un relojero hace una exhibición ensamblando un modelo de Audemars Piguet en el Salón Internacional de la Alto Joyería, en Ginebra. | Valentin Flauraud/Bloomberg
El negocio de segunda mano está de moda en muchos sectores como estrategia para crecer y llegar a un público más amplio, incluso en aquellos en los que hace años era impensable: los relojes suizos premium. Grandes firmas de alta relojería como Audermars Piguet toman posición en este mercado para comprar y vender relojes de segunda mano a través de tiendas propias físicas y a través de canales propios.
Hasta ahora, las grandes marcas suizas se han caracterizado por crear un aura de exclusividad en torno a sus nuevas creaciones. Calidad, lujo, tradición y precisión son algunas de las características más buscadas por un amante de los relojes y que encarnan a la perfección aquellos que tienen la etiqueta ‘Swiss Made’. Pero ya no han de ser necesariamente nuevos. Lo antiguo y lo usado ganan terreno cada vez más en muchos mercados donde los grandes del comercio online mundial han tomado la delantera.
Pieza de la colección Millenary de Audemars Piguet expuesto en un comercio de Macao. | Billy H.C. Kwok/BloombergPero en el negocio de segunda mano es necesario que los relojeros actúen con rapidez, ya que el comercio electrónico amenaza con acorralar al mercado. Así, muchos relojes se pueden adquirir en casas de subastas, tiendas locales independientes y plataformas online como Amazon y eBay. Pero no a través de la propia firma de relojería, sino que son usuarios y consumidores los que tratan de revender estos artículos en estas plataformas.
“El negocio de segunda mano podría ser de 10 a 20 veces más grande que el mercado de relojes nuevos”, aseguró el presidente ejecutivo de Audemars Piguet, Francois-Henry Bennahmias, en Ginebra hace unos meses. Además, este nicho de mercado poco explorado por la alta relojería es un nuevo negocio que permite controlar los productos a lo largo de su ciclo de vida a medida que la industria busca nuevas fuentes de crecimiento. Y más teniendo en cuenta que el mercado del lujo, y más concretamente el de los relojes, ha sufrido la crisis económica y la pérdida de confianza de los consumidores, además de verse afectado por conflictos políticos a lo largo y ancho del planeta.
Francois-Henry Bennahmias, CEO de Audemars Piguet Holding SA, durante una conferencia en el Milken Institute Global Conference in Beverly Hills, California. | Patrick T. Fallon/BloombergPor otro lado, este mercado de segunda mano es una inversión para consumidores y coleccionistas porque en muchos casos el precio de estos productos vintage o de lujo se revaloriza. Este reposicionamiento de los artículos de segunda mano como objeto de deseo ha provocado que este sector esté en auge.
[h=4]TIENDAS PROPIAS DE SEGUNDA MANO
[/h]Audemars Piguet, que produce alrededor de 40.000 relojes nuevos anualmente y es una de las pocas marcas de Alta Relojería independiente dentro de una industria dominada por Richemont, abrirá tiendas que venderán modelos usados de su propia marca dentro de tres años. La marca ha probado el concepto en una tienda en el Grand Hotel Kempinski de Ginebra, y planea arrancar pruebas en EEUU y Japón.
La idea es mantener separadas las tiendas que venden relojes antiguos y nuevos, ya que las ofertas atraen a diferentes clientes. “Tenemos que recapturar ese mercado, porque creemos que podemos hacerlo mejor”, apuntó Bennahmias.
De hecho, expertos y analistas coinciden en que la gran tendencia en auge. No es la única firma que investiga el negocio de segunda mano. Las marcas de relojes LVMH TAG Heuer, Hublot y Zenith también están interesadas en entrar en este mercado.
[h=4]LA PRIMERA VEZ EN EL MUNDO ONLINE
[/h] Audemars Piguet ha conseguido adelantarse en el exclusivo mundo de la alta relojería y abrirá su primera boutique popup online. Para ello se ha asociado con el gigante del comercio online chino JD.com. Se ha conseguido combinar el ‘Swiss Made’ con el ‘Chinese Speed’. El objetivo final de la marca suiza es ofrecer una experiencia de compra de lujo personalizada tanto online como offline.
Se trata de la primera entrada de la casa suiza de relojes de 143 años de antigüedad en el comercio electrónico.
Esta alianza da acceso exclusivo a los consumidores chinos a una selección especial de las últimas novedades de la marca. Además, ofrece el servicio de ‘guante blanco’ de JD.com, que combina el tiempo de entrega más corto posible con mensajeros personales.
Además, este acuerdo se sella en un momento en el que las exportaciones de relojes suizos atraviesan su mejor momento gracias a China. Estas aumentaron un 13% y ascendieron hasta los 1.600 millones de francos suizos (1.700 millones de dólares) en enero, según la Federación de la Industria Relojera Suiza. La resurrección del interés por los relojes de lujo en China y Hong Kong produjo una recuperación tras la peor caída de la historia debido a una campaña china contra la corrupción, los atentados en Europa y el auge de los relojes inteligentes.
“Aunque observamos que los datos de enero se vieron beneficiados por varios factores favorables, de proseguir con la aceleración repentina del crecimiento, podría confirmarse el comienzo de un ciclo de reabastecimiento muy esperado por los minoristas de relojes de varias marcas”, según la analista de Berenberg, Zuzanna Pusz.
Según parece, las marcas quieren tomar parte en el negocio de la venta de los relojes de segunda mano, pudiendo así aumentar el número de clientes potenciales y también supongo que atraídas por cómo se revalorizan algunas piezas por el fenómeno del coleccionismo.
Si se generalizase la iniciativa (que de momento parece ser una idea de Audermars Piguet) y no se ofrecen a precios (más) disparatados podría ser una buena forma de asegurarse la corrección y la originalidad de las piezas para aquellos que no somos muy ententidos.
No se si esto llegara realmente a generalizarse o si simplemente puede ser una especie de outlets para dar salida a esos relojes que por ejemplo Richemont retiró hace poco tiempo. Me cuesta imaginar este cambio. Solo faltaría que en un tiempo hubiese listas de espera para adquirir relojes de segunda mano también...
[h=1]Relojes premium de segunda mano: una inversión económica de lujo en auge
[/h]18/06/2018
El negocio de segunda mano está de moda en muchos sectores como estrategia para crecer y llegar a un público más amplio, incluso en aquellos en los que hace años era impensable: los relojes suizos premium. Grandes firmas de alta relojería como Audermars Piguet toman posición en este mercado para comprar y vender relojes de segunda mano a través de tiendas propias físicas y a través de canales propios.
Hasta ahora, las grandes marcas suizas se han caracterizado por crear un aura de exclusividad en torno a sus nuevas creaciones. Calidad, lujo, tradición y precisión son algunas de las características más buscadas por un amante de los relojes y que encarnan a la perfección aquellos que tienen la etiqueta ‘Swiss Made’. Pero ya no han de ser necesariamente nuevos. Lo antiguo y lo usado ganan terreno cada vez más en muchos mercados donde los grandes del comercio online mundial han tomado la delantera.
“El negocio de segunda mano podría ser de 10 a 20 veces más grande que el mercado de relojes nuevos”, aseguró el presidente ejecutivo de Audemars Piguet, Francois-Henry Bennahmias, en Ginebra hace unos meses. Además, este nicho de mercado poco explorado por la alta relojería es un nuevo negocio que permite controlar los productos a lo largo de su ciclo de vida a medida que la industria busca nuevas fuentes de crecimiento. Y más teniendo en cuenta que el mercado del lujo, y más concretamente el de los relojes, ha sufrido la crisis económica y la pérdida de confianza de los consumidores, además de verse afectado por conflictos políticos a lo largo y ancho del planeta.
[h=4]TIENDAS PROPIAS DE SEGUNDA MANO
[/h]Audemars Piguet, que produce alrededor de 40.000 relojes nuevos anualmente y es una de las pocas marcas de Alta Relojería independiente dentro de una industria dominada por Richemont, abrirá tiendas que venderán modelos usados de su propia marca dentro de tres años. La marca ha probado el concepto en una tienda en el Grand Hotel Kempinski de Ginebra, y planea arrancar pruebas en EEUU y Japón.
La idea es mantener separadas las tiendas que venden relojes antiguos y nuevos, ya que las ofertas atraen a diferentes clientes. “Tenemos que recapturar ese mercado, porque creemos que podemos hacerlo mejor”, apuntó Bennahmias.
De hecho, expertos y analistas coinciden en que la gran tendencia en auge. No es la única firma que investiga el negocio de segunda mano. Las marcas de relojes LVMH TAG Heuer, Hublot y Zenith también están interesadas en entrar en este mercado.
[h=4]LA PRIMERA VEZ EN EL MUNDO ONLINE
[/h] Audemars Piguet ha conseguido adelantarse en el exclusivo mundo de la alta relojería y abrirá su primera boutique popup online. Para ello se ha asociado con el gigante del comercio online chino JD.com. Se ha conseguido combinar el ‘Swiss Made’ con el ‘Chinese Speed’. El objetivo final de la marca suiza es ofrecer una experiencia de compra de lujo personalizada tanto online como offline.
Se trata de la primera entrada de la casa suiza de relojes de 143 años de antigüedad en el comercio electrónico.
Esta alianza da acceso exclusivo a los consumidores chinos a una selección especial de las últimas novedades de la marca. Además, ofrece el servicio de ‘guante blanco’ de JD.com, que combina el tiempo de entrega más corto posible con mensajeros personales.
Además, este acuerdo se sella en un momento en el que las exportaciones de relojes suizos atraviesan su mejor momento gracias a China. Estas aumentaron un 13% y ascendieron hasta los 1.600 millones de francos suizos (1.700 millones de dólares) en enero, según la Federación de la Industria Relojera Suiza. La resurrección del interés por los relojes de lujo en China y Hong Kong produjo una recuperación tras la peor caída de la historia debido a una campaña china contra la corrupción, los atentados en Europa y el auge de los relojes inteligentes.
“Aunque observamos que los datos de enero se vieron beneficiados por varios factores favorables, de proseguir con la aceleración repentina del crecimiento, podría confirmarse el comienzo de un ciclo de reabastecimiento muy esperado por los minoristas de relojes de varias marcas”, según la analista de Berenberg, Zuzanna Pusz.