Hay muchas formas de rechazo social. No necesariamente ha de ser con palabras.
Ya toy aquí jejejeje
¿Tu crees que no existe ese "aura divina"? Claro que si, la que venden con la publicidad.
Con la publicidad te venden ese estatus social que deseas y todas las auras divinas que alguien sea capaz de tragar.
Generalizar es absurdo, casi tanto como particularizar, porque nadie sabe las verdaderas razones de porqué alguien hace algo. Bueno si, hay una común que es el ser feliz, pero bueno, estamos comentando matices.
Muchas personas (muchas) buscan un estatus social determinado porque tienen asimilado que significa una mejor calidad de vida. No están confundidos del todo, pero no suelen ahondar bien en lo que eso supone. Creen que por "llegar allí" todas sus miserias (o las que ellos creen que son sus miserias) se resolverán. Y están más que equivocados.
Normalmente suelen escapar de sus miserias personales y esas, por más que te pongan encima miles y miles de euros, no se resuelven. Buscan aceptación social, y se ponen miles de euros encima, pero el pelo de la dehesa sigue aflorando a cada paso que dan o cada palabra que pronuncian.
Pero la publicidad te dice que si, que eso cambiará si te pones esto o aquello o si compras lo que ellos te meten con embudo, y pocos piensan en que eso es mentira. Más que nada porque no están a costumbrados a pensar por si mismos.
He conocido personas que cada vez que los veías en la calle, en el pub inglés de turno o en cualquier forma de relación social, parecían un maniquí sacado de alguna boutique de moda. Y en sus casas, se cenaba todos los días queso Philadelphia con pan tostado de marca blanca.
Ellas llegaban a las cafeterías después de dejar a los niños en la escuela y muchas veces los niños recogían a las madres en la misma cafetería, ellas aprovechaban a darles los pinchos del vermut para que los pobres forraran algo antes de la comida del mediodía.
Algunos maridos llegaban del trabajo en cochazo impresionante. Copazo, pinchos para los niños y se iban.
Con el paso de tiempo me llegué a enterar de la triste situación de la puerta de sus casa para dentro, en muchas de esas familias. Más que nada, porque el refrán de que "cae antes un mentiroso que un cojo" es totalmente cierto.
Otras personas con las que coincidí, era (muchas todavía lo son) sencillas, ropa buena pero sin grandes pretensiones y sobre todo lo que se les notaba era lo que su personalidad desprendía y puedo asegurar que tienen una posición social y económica muy acomodada.
He aprendido que mucha gente necesita dar una imagen "representativa". Su status lo requiere y saben que deben tener una determinada imagen tanto ellos como sus casas y coches porque de ello depende, por ejemplo, sus negocios.
Necesitan recibir en casa a sus invitados o atenderles un fin de semana, pero no deja de ser trabajo. Y mantener ese nivel requiere unos gastos.
Otros muchos creen que esa "representatividad" se soluciona aparentando durante unas horas y esos es a los que más les afecta la publicidad, porque ella te vende todo. Te vende que puedes mentir para intentar dar el pego durante unas horas y así los demás se tragarán que eres el más glamuroso del mundo.
Claro que existe ese aura divina, y se produce cuando las empresas no venden a las personas, sino a sus egos, y el ego traga, vaya si traga.
Ciertos estatus sociales que muchos envidian, requieren también trabajo. Un trabajo diferente, pero trabajo al fin y al cabo, y eso no lo ven o no lo quieren ver. Eso ya es cosa de cada uno.