Yo comentaba hace unos años por aquí mismo que el mercado de lujo se ha posicionado para ser inasequible y quedar restringido a quienes se puedan permitir un capricho de semejante importe.
Dicho esto sea para los relojes, los complementos y ropa incluso.
Hace una década, cualquier empleado a cuenta ajena podía ahorrar con apenas un poco de esfuerzo, y comprarse un Omega Seamaster si nos referimos a la afición que da sentido a este foro.
Pero también podía hacerse, si lo deseaba, con una Bandolera de firma, digamos por ejemplo LV.
Hoy un currante de a pie, con poco mas de 1.200€ tiene que hacer ya malabarismos matemáticos para llegar a fin de mes pagando los gastos de vivienda; alquiler, luz, agua, teléfono, comida, etc, etc.
Hoy un Omega Seamaster cuesta 7000€
En el mercado de segunda mano milagroso es verlos por menos de 3000€. Hace una década por una tercera parte de ese precio lo encontrabas de segunda mano. Nuevo no hace tanto por menos lo que cuesta hoy usado (2ª mano). Otro modelo, el Omega Speedmaster reduced se veía con facilidad entre 1100/1200€. Yo compre uno por 1000€ que termino quedándose mi hermano. Mirad hoy lo que cuesta no ya un Speedmaster 42mm, sino el reduced de 38/39 mm.
Pero es que hoy incluso la ropa y complementos de firmas de lujo se han vuelto prohibitivos. Camisas a 4.000/6.000 e incluso 9.000€ (y no están hechas de oro).
Cada vez estoy mas contento con la colección de relojes que me he podido permitir, montando algunos de ellos mecanismos ETASA, fiables robustos y REPARABLES, llegado el caso, sin tener que pasar por los servicios técnicos exclusivos de las marcas.
Esto nos llevara, posiblemente creo, a que el sector de la alta relojeria será cada vez más restringido, siendo la producción menor (no habrá tanto rico que compré tantos relojes, por lo que las marcas deberán ajustar su producción y empleados a las ventas reales), y los relojes más caros. Y esto dará una nueva energía y horizonte al mercado de segunda mano, haciendo que por la inercia de la relojería de lujo tal vez también los precios aumenten notablemente, algo nada nuevo y que llevamos viendo ya varios años.
Y siempre tendremos el refugio de los relojes asiáticos, que es un gigante que crece día a día, con mejores relojes, acabados y mecanismos.