
Gutigon
¡Cruzcampo o muerte!
Sin verificar
Al final es una cuestión de acostumbrarse: a veces, cuando tengo que acordarme de hacer algo, y no quiero que se me olvide, me cambio el reloj de muñeca...y no me hallo, qué sensación más rara por una cosa tan simple.Que vá, ni lo noto, cuando he intentado ponerlo en la derecha parece que llevo un plomo en la muñeca. También te digo que el reloj no me lo quito nunca, forma parte de mi cuerpo.