Yo creía que eso de la magnetización del espiral era una leyenda urbana hasta que hace bien poco el Hamilton Intramatic empezó a adelantar como si no hubiera un mañana... (de ir casi COSC a más de un minuto diario) . Lo llevé a mi relojero, lo pasó por el desmagnetizador .. y magia!. Otra vez en perfecto estado y sin tener que abrirlo.
Y ni idea de la causa...
Hasta donde se, los primeros relojes de aviador que eran de bolsillo con unas asas soldadas y girando el movimiento y esfera para ser legibles atados con correa a la muñeca (incluso al muslo del aviador), se magnetizaban con los campos magnéticos tanto externos a esas alturas y condiciones como internos en cabina. Ello propició inventar, primero unas cajas más aisladas y después una espiral anti magnética. Es decir, no sólo no es leyenda sino que en su día, el "anti magnetic" grabado sobre todo en el fondo ciego y también en la esfera, indicaba todo un logro, un plus que se fue popularizando al resto de relojes.
El profesor de relojería, Jaume Matas, nos diría que en términos de avances técnicos para mejorar la precisión de un reloj, tienen más peso, espirales anti magnéticas, anti sock, mejorar la resistencia del volante y su puente, aumento estanqueidad caja y corona no para el agua sino para evitar polvo, y finalmente el movimiento automático, que mantenga una reserva de marcha continua al muelle real.
Jaume Matas, considera que a nivel popular, tenemos mitificada la complicación Tourbillon, que fue un gran avance en su época, por cierto reservada a unos privilegiados (más aun que hoy día), pero que al evolucionar del reloj de bolsillo al de muñeca ya perdió gran parte de sus ventajas. Un reloj de bolsillo, básicamente permanece en posición horizontal y la ley de la gravedad influye mucho en su precisión. Un reloj de muñeca se mueve en todas direcciones y sufre poco dicha ley. Si a esto le sumas todos lo inventos antes citados, te encontrarás que el mejor reloj tourbillon que pudiese fabricar Breguet no podría competir con un reloj sencillo actual.
El tourbillon no deja de ser una complicación rescatada por marketing comercial, un alarde de artesanía, un dulce que a nadie nos amargaría tener, pero sólo eso.
Uy, me he ido, perdón, es que quería plantear que no sólo no es una leyenda urbana sino que curiosamente los aficionados no le damos la importancia que merece el magnetismo y si a otras cosas, que teniendo su importancia no son tan relevantes a efecto práctico.
slds