Hola a todos,
Entre las distintas funciones que tengo asignadas en la empresa donde trabajo, una de ellas (y que me gusta menos) es la de realizar entrevistas a candidatos que optan a los puestos de trabajo ofrecidos.
Hay un cierto tipo de aspirante, por lo general joven y sin experiencia, que antes de saber cual seria su responsabilidad,
¿Es que no se indica en la oferta?
¿Es que no has recibido ya su currículo?
e intentar "venderse", lo que te preguntan es
¿Aquí cuanto pagáis? (hay muchas formas de decirlo)
Si tan despistados están que, pese a ponerlo en el anuncio no lo leyeron, échales sin más miramientos.
Si (como sospecho) lo preguntan porque no se describió en la oferta (dejando de lado por el momento su bisoñez al preguntarlo), tres cosas:
1. Una relación laboral debe ser positiva para ambas partes (tampoco es sorprendente: lo mismo es válido para cualquier contrato). Tú tienes claro tu expectativa de beneficio a extraer de esa relación ¿con cuánta información cuenta, en ese momento, tu contraparte?
2. El empleador astuto ofrece toda la información necesaria en su oferta para atraer al candidato adecuado (y como colateral, gana tiempo y no se lo hace perder a candidatos inadecuados).
3. No pretendo que mi "muestra" tenga valor estadístico pero, en mi particular caso, siempre he percibido una relación inversa entre el oscurantismo, sobre todo por lo que se refiere a la remuneración, y la calidad de la oferta. Como consecuencia, hace ya tiempo que no me postulo a posiciones en las que esto no se indique claramente (cosa que nos ahorra tiempo a ambas partes). Me consta que no soy el único que actúa así, por lo que es posible que ese tipo de ofertas no estén atrayendo a los más brillantes del capazo (y, en ese caso, no habría nada de sorprendente en que los candidatos te parezcan, por un razón u otra, pobres).
- ¿Cuándo llegaré a cobrar X?....
La verdad es que cuando pasa eso me recreo explicándoles que ellos deben generar a la empresa mas valor del que se van a llevar, o de lo contrario, esto no funciona.
No. Es la empresa la que debe extraer de una posición el rendimiento adecuado: el empleado, en la generalidad de los casos ni debe, ni puede "inventársela"; simplemente, no está en su mano.
La empresa, en la inmensa mayoría de los casos, ya tiene claro cuál es ese valor productivo esperado para su vacante y cuál es, por tanto, el techo de remuneración que podrá pagar. Más aún: a poco importante que sea la empresa, también tiene información razonablemente fiable de cómo anda el mercado respecto al perfil que busca. Es a partir de toda esa información que se lanza al mercado a por un candidato que pueda cubrir sus expectativas.
El candidato, por el contrario, carece de la primera información y suele tener menor capacidad sobre la segunda, sobre todo si es joven e inexperto, por lo que es razonable esperar que quiera completar esas lagunas a la primera oportunidad, porque son un go/no-go, aparezcan en el primer minuto de entrevista, o al quinto día.
Y luego CV a la destructora.
Señal de que buscas cierto tipo de empleado y que, obviamente, en su perfil, los conocimientos y la experiencia te resultan tema secundario.
Quizá, como dices justo debajo, es que te estés haciendo viejo y no buscas con esos empleados una relación entre pares para beneficio mutuo sino una más bien del tipo amo/siervo en la que, como es lógico, uno de los valores más deseables es una actitud de sumisión a partir de la que construir el resto de la relación. Sumisión que el candidato demuestra con "pistas" como aparentar no estar interesado en la remuneración porque para él sería un gran privilegio poder trabajar en tu empresa en concreto en lugar de en tu competencia, por lo que el tema de "la pasta" es una bagatela sin importancia.
No se, quizás me hago mayor, pero en mi época, entrabas de "aprendiz" en una empresa, no cobrabas y aprendías hasta que te seleccionaban.
¿Y de qué vivías entre tanto? ¿De otro trabajo del que sí cobrabas? Por otra parte, si realmente es una posición de aprendiz, primero, que hoy en día ya no son tus tiempos: existen contratos específicos de aprendizaje; y segundo, que en el caso del aprendiz, se debe enseñar, y no lo que se hace en una empresa concreta, que también y siempre, sino un oficio, lo que significa que el rendimiento para la empresa a corto y medio plazo es, y debe ser, siempre negativo: a la empresa le cuesta más de lo que el aprendiz cobra,
incluso, cuando no cobra nada (es una inversión a largo plazo) por lo que tu frase aquella de que te recreas explicándole al candidato lo del valor y el salario, huele fatal.
No se, quizás este equivocado. Vosotros diréis.
Dicho queda.