Conste que yo tampoco tengo ninguna certeza en este asunto, y comparto tu prudencia hacia cualquier declaración, proceda de donde proceda, porque rara vez son desinteresadas.
Dicho esto, a mí, que, como digo, también tengo la costumbre de coger con pinzas todos los datos que pasan por mis manos, me parece que te excedes un poco descartando el dato que aporto, así sin más. El dato procede de un lobby todo lo dudoso que tú quieras, pero yo lo he recogido de un libro que no me apetece citar aquí, escrito por un especialista en el tema, y que forma parte de una colección supervisada por un importante Instituto de Criminología y otro de Estudios jurídicos, y lleva el subtítulo "cuestiones judiciales".
Y, por cierto, no habla de 9 libras, sino de 9 dólares, que son alrededor de 6 libras / 6 euros. No tengo ni idea de cuánto cuesta un DVD pirata en Londres (ni en Madrid). En cualquier caso, el "para ser más exactos" es de mi cosecha y se me olvidó avisar.
Por lo demás, comparto casi todas tus dudas.
No obstante, el trasfondo del comentario del jefe de ingenieros de Seagull sobre la superioridad suiza, hecho a un medio de comunicación suizo, para mí, conociendo un poquito a los chinos, me deja pocas dudas. "Y hasta ahí puedo leer", como decían en el "Un, dos, tres".
Y eso de que "un falsificador en un taller oscuro te prepara un patek tourbillon perfecto" me parece una divertida caricatura, pero, al mismo tiempo, un tanto capcioso. Primero porque, como decía en mi post, seguramente, las falsificaciones que más dinero dejan y más preocupan no sean las que, de todas maneras solo podrá comprar gente con cierto nivel adquisitivo, sino las de 50 ó 150 dóalres (por lo masivo de este mercado, por ejemplo en Latinoamérica, según datos de otra fuente fiable). Segundo porque Sea-Gull produce turbillones (de entre 3800 y 38.000 euros) desde 2003 y su intención es, precisamente, convertirse en la Patek china (cosa lógica cuando todas las grandes marcas suizas abren tiendas en un mercado que debería ser el suyo).
Por otra parte, creo que a veces perdemos de vista un detalle significativo en lo que se refiere tanto a la filosofía como a la comunicación de Sea-Gull, y es que es una empresa estatal.
Sigo.
No tanto para debatir, sino para aportar elementos a la reflexión, te dejo un interesante artículo de diciembre pasado (como está en francés, lo comento libremente).
https://www.lepoint.fr/montres/
Este artículo recoge las declaraciones de, Lu Jun, director general de Sea-Gull, que dice que "en los 50, el retraso con respecto a la industria suiza era enorme, pero ahora no es tan grande" (no olvidemos que Sea-Gull fue fundada en 1955).
Aporta un dato también elocuente y es que solo invierten el 7 % de su cifra de negocio en I+D, lo cual, como dice, no es mucho, pero es enorme para una empresa china.
El artículo menciona también las declaraciones de otro especialista, un tal Carson Chang, responsable de "relojería" de la casa de subastas Bonhams en Hongkong, que vendría a darte la razón: "Sea-Gull es muy fuerte en producción y distribución, pero en términos de marketing y creatividad es prácticamente nula". Y añade: "No se puede producir movimientos en masa [3 millones destinados al mercado internacional en 2009] y convertirse en la Patek china".
Todo esto está claro.
Pero ¿cómo pretende remediarlo el bueno de Lu Jun? Ha abierto "gabinetes de estilo" (no sé cómo se dice esto en español) en Europa y Hongkong para estudiar las próximas tendencias, y va a crear una marca subsidiaria para agrupar los productos baratos. Al mismo tiempo, pretende cambiar la imagen de Sea-Gull con una importante campaña de comunicación que debe de estar a punto de lanzar, si no lo ha hecho ya. Por cierto, como parte de esta campaña, van a hacer una reedición del célebre Wu Yi limitada a 1955 ejemplares (año de cración de Sea-Gull, como decía más arriba).
O sea, que en lo que se refiere a Sea-Gull nos esperan novedades interesantes.
En lo que se refiere a las falsificaciones, el debate sigue abierto...