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The Beater Man
Contribuidor de RE
Sin verificar
Hola a todos. Seguro que este ya es un tema manido y bien tratado en el foro, pero me gustaría explicaros por qué he abierto el hilo.
Desde la famosa fiebre del gusanillo relojero de 2019 mi vida ha sido un sinfín de cambios de piezas, a menudo sin ton ni son. Hace unos cuantos meses que ya estoy más tranquilo y las compras y ventas se han reducido mucho, muchísimo. Lo que no ha reducido ha sido el cambio constante de relojes en la muñeca, como si se tratara de un acto compulsivo que me llevara a levantarme cada mañana y calzarme un nuevo modelo.
Con motivo de mis inminentes vacaciones a un país asiático, la duda me asaltó. ¿Qué reloj llevarme? Lo primer que pensé fue el G-shock que uso para la bici por aquello de ser un aventurero y bla, bla, bla. Sin embargo, aunque es cierto que voy a pisar selva virgen, no llegará la sangre al río y puedo apañármelas perfectamente con algo menos chunky-chunky.
Y después de revisar las cajas una y otra vez y hacer cábalas sobre los pros y los contras, decidí que el elegido sería el Certina DS Action Precidrive. Le he puesto una correa de goma y el aspecto es mucho más juvenil que con la clásica de piel negra. Además, tiene 200m WR, no es aparatoso, apenas pesa y es lo suficientemente bajo de caja para que no me moleste.
El caso es que hace una semana que lo decidí y desde entonces no me lo he quitado para nada. Dime loco, ya lo sé, pero parece que haya vuelto a mis orígenes con mi Tag Aquaracer que lució en mi muñeca como único reloj durante más de diez años.
Y es que todo está en nuestra mente. Ahora me despierto por las mañanas y pienso en muchas cosas, pero no en qué reloj me acompañará en las siguientes horas. Supongo que cuando regrese volveré a las andadas, pero quizás haya aprendido a manejarme con una sola pieza haga lo que haga durante el día.
Os dejo una foto del susodicho.
Desde la famosa fiebre del gusanillo relojero de 2019 mi vida ha sido un sinfín de cambios de piezas, a menudo sin ton ni son. Hace unos cuantos meses que ya estoy más tranquilo y las compras y ventas se han reducido mucho, muchísimo. Lo que no ha reducido ha sido el cambio constante de relojes en la muñeca, como si se tratara de un acto compulsivo que me llevara a levantarme cada mañana y calzarme un nuevo modelo.
Con motivo de mis inminentes vacaciones a un país asiático, la duda me asaltó. ¿Qué reloj llevarme? Lo primer que pensé fue el G-shock que uso para la bici por aquello de ser un aventurero y bla, bla, bla. Sin embargo, aunque es cierto que voy a pisar selva virgen, no llegará la sangre al río y puedo apañármelas perfectamente con algo menos chunky-chunky.
Y después de revisar las cajas una y otra vez y hacer cábalas sobre los pros y los contras, decidí que el elegido sería el Certina DS Action Precidrive. Le he puesto una correa de goma y el aspecto es mucho más juvenil que con la clásica de piel negra. Además, tiene 200m WR, no es aparatoso, apenas pesa y es lo suficientemente bajo de caja para que no me moleste.
El caso es que hace una semana que lo decidí y desde entonces no me lo he quitado para nada. Dime loco, ya lo sé, pero parece que haya vuelto a mis orígenes con mi Tag Aquaracer que lució en mi muñeca como único reloj durante más de diez años.
Y es que todo está en nuestra mente. Ahora me despierto por las mañanas y pienso en muchas cosas, pero no en qué reloj me acompañará en las siguientes horas. Supongo que cuando regrese volveré a las andadas, pero quizás haya aprendido a manejarme con una sola pieza haga lo que haga durante el día.
Os dejo una foto del susodicho.
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