Rafael Sevilla
Milpostista
Sin verificar
Este nuevo abuelete que ha pasado a engrosar mi colección ha tenido su pequeña historia desde el 19 de enero, fecha desde la que obra en mi poder.
Aquel día en Sevilla, el bueno de Montxo Grau me pidió que le prestase durante algun tiempo mi Stowa Antea KS (el de la famosa milanesa), y él a cambio insistió en que eligiese alguno de sus relojes para que yo también lo disfrutase mientras tanto. Aún a pesar de mi negativa en quedarme con uno de sus relojes, y ante su dura insistencia (ya conocéis a Montxo) me vi "obligado" a acceder a su deseo, y de entre toda su exquisita colección y no exento de dificultad en la elección, me incliné por éste, por el Fortis Marinamaster.
Ayer en una conversación telefónica con Montxo me propuso quedarme con él si me interesaba, y que duda cabe que no me lo pensé dos veces. Durante los casi tres meses y medio que lo he tenido, me ha dado un poco de reparo el usarlo, hasta el punto que lo he hecho tan sólo dos veces, sobre todo por el temor de que pudiera pasarle algo a un reloj que no era mío, pero hoy, je, je, vamos, que hoy ya a sabiendas que me lo quedo, ni corto ni perezoso me lo he encasquetado en la muñeca con esa tranquilidad de ánimo que da el hecho de no tener que responder por algo que no era mío, y de verdad tengo que reconocer que eso me ha dado un gustirrinín inimaginable.
Y bueno tras el rollo macabaeo, paso a presentaros al ínclito para gozo y solaz de aquellos, que como un servidor, aman los que yo denomino "relojes de época". Espero os guste
Aquel día en Sevilla, el bueno de Montxo Grau me pidió que le prestase durante algun tiempo mi Stowa Antea KS (el de la famosa milanesa), y él a cambio insistió en que eligiese alguno de sus relojes para que yo también lo disfrutase mientras tanto. Aún a pesar de mi negativa en quedarme con uno de sus relojes, y ante su dura insistencia (ya conocéis a Montxo) me vi "obligado" a acceder a su deseo, y de entre toda su exquisita colección y no exento de dificultad en la elección, me incliné por éste, por el Fortis Marinamaster.
Ayer en una conversación telefónica con Montxo me propuso quedarme con él si me interesaba, y que duda cabe que no me lo pensé dos veces. Durante los casi tres meses y medio que lo he tenido, me ha dado un poco de reparo el usarlo, hasta el punto que lo he hecho tan sólo dos veces, sobre todo por el temor de que pudiera pasarle algo a un reloj que no era mío, pero hoy, je, je, vamos, que hoy ya a sabiendas que me lo quedo, ni corto ni perezoso me lo he encasquetado en la muñeca con esa tranquilidad de ánimo que da el hecho de no tener que responder por algo que no era mío, y de verdad tengo que reconocer que eso me ha dado un gustirrinín inimaginable.
Y bueno tras el rollo macabaeo, paso a presentaros al ínclito para gozo y solaz de aquellos, que como un servidor, aman los que yo denomino "relojes de época". Espero os guste