G
gaditano1960
Visitante
Un comercial, se le hace tarde en carretera y decide pasar la noche en un Hostal, regentado por un anciano de 90 años de edad, al cual, preguntó si tenía un cuarto para pasar la noche.
Éste le respondió que sólo tenía una habitación en el tercer piso, junto al de su nietecita. Pero le advirtió de que si le pasaba algo a su nieta le aplicaría los tres castigos chinos. El tipo le aseguró que no iba a pasar nada y tomó el cuarto.
A la hora de la cena bajó por la escalera una china de escandalo de unos 20 años de eda. Durante toda la cena la chinita no dejaba de mirarlo y el hombre no podía dejar de pensar en lo que le había dicho el anciano.
Pero cuando llegó la noche, el menda no pudo resistir la tentación y entró en el cuarto de la china y bueno como se dice en Cádiz "hubo hasta carreras de sacos".
Cansado volvió a su cuarto a descansar y quedó profundamente dormido tras tanto ajetreo.
A la mañana siguiente, al despertar, se encontró con una roca inmensa encima de su cuerpo con un papel que decía: "PRIMER CASTIGO CHINO: loca de 50 kilos encima del cuelpo".
El tipo sonrió y pensó que si eso era lo peor que podía hacer el pobre anciano no iba a haber mayor problema.
Se levantó, cargó la roca y la arrojó por la ventana. Fue entonces cuando vió otro papel en el marco de la ventana que decía: "SEGUNDO CASTIGO CHINO: loca amarrada a testículo delecho".
El tio al ver como desaparecía la cuerda que amarraba la roca no se lo pensó dos veces y se tiró por la ventana. Mejor un par de huesos rotos que un huevo menos- pensó.
Pero cuando caía por el segundo piso pudo leer un gran cartel en la fachada que decía: "TERCER CASTIGO CHINO: huevo izquierdo amarrado a la pata de la cama".
Salud
Éste le respondió que sólo tenía una habitación en el tercer piso, junto al de su nietecita. Pero le advirtió de que si le pasaba algo a su nieta le aplicaría los tres castigos chinos. El tipo le aseguró que no iba a pasar nada y tomó el cuarto.
A la hora de la cena bajó por la escalera una china de escandalo de unos 20 años de eda. Durante toda la cena la chinita no dejaba de mirarlo y el hombre no podía dejar de pensar en lo que le había dicho el anciano.
Pero cuando llegó la noche, el menda no pudo resistir la tentación y entró en el cuarto de la china y bueno como se dice en Cádiz "hubo hasta carreras de sacos".
Cansado volvió a su cuarto a descansar y quedó profundamente dormido tras tanto ajetreo.
A la mañana siguiente, al despertar, se encontró con una roca inmensa encima de su cuerpo con un papel que decía: "PRIMER CASTIGO CHINO: loca de 50 kilos encima del cuelpo".
El tipo sonrió y pensó que si eso era lo peor que podía hacer el pobre anciano no iba a haber mayor problema.
Se levantó, cargó la roca y la arrojó por la ventana. Fue entonces cuando vió otro papel en el marco de la ventana que decía: "SEGUNDO CASTIGO CHINO: loca amarrada a testículo delecho".
El tio al ver como desaparecía la cuerda que amarraba la roca no se lo pensó dos veces y se tiró por la ventana. Mejor un par de huesos rotos que un huevo menos- pensó.
Pero cuando caía por el segundo piso pudo leer un gran cartel en la fachada que decía: "TERCER CASTIGO CHINO: huevo izquierdo amarrado a la pata de la cama".
Salud