INCREIBLE.
Me han contestado de la revista. Las normas mínimas de la elegancia me impiden copiar y pegar la respuesta dada en correspondencia privada, pero es para morirse de risa. No solo critican el hecho de haberlo denunciado, sino que defienden a capa y espada la Sr. Álvarez y a la asesoría del mismo para el artículo, por parte de Grassy, resumiéndose el extenso excrito en esta frase siginificativa y literal: Máxime cuando lo que dice Jesús Alvarez no se aleja de la realidad y, además, ha sido felicitado por los impulsores de la exposición por este artículo.
Lo que sí haré es pegar la respuesta literal que les he remitido:
Sr. -----------, el artículo es una auténtio desastre en lo que a rigurosidad se refiere. Está lleno de errores y de malinterpretaciones por doquier y sin duda alguna es un ejemplo de lo que jamás debiera publicar una revista especializada. Dudo mucho, muchísimo que los asesores de Grassy hayan indicado a este señor en este sentido, simplemente porque lo que se escriben son distorsiones y malintepretacioens de la realidad. Lo que, coloquialmente se llama oir campanas y no saber dónde.
Me parece absolutamente insostenible, no solo que defienda semejante chapuza de artículo sino que además, Usted, haga gala de una manifiesta falta de de humildad profesional.
Ni me gusta ni me deja de gustar como escribe el Sr. Álvarez, simplemente me restrinjo a la aséptico hecho de que NO ES CIERTO. Punto. Y eso, lo diga Usted, Grassy o el mismísimo Hans Wilsdorf. Todavía contacto con Grassy y os pongo a parir, por malos profesionales.
He escrito en un subforo del mayor foro de habla hispana del planeta (bastante ridículo han hehco ya con eso). La arrogancia y falta d humildad de su escrito merece, sin duda, publicarlo en el apartado general de todos los foros, que no son pocos donde partcipo activamente, como ejemplo de chapuza informativa.
Por favor, no quiero volver a tener contacto con Usted.