Blapo87
De la casa
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Hoy toca presentar una pieza muy especial, es quizás una de las entradas más difíciles, no por el modelo del que se trata sino por el arduo trabajo de búsqueda y selección de “El Reloj” por quien la iba a llevar, si puedo decir aunque se donde me meto, que la he convertido jajajajaj
Desde hace mas de dos años estaba enfrascado en la búsqueda de un buen reloj para mi pareja, muchas paginas y modelos mirados, varias visitas al CI,a Marcos para ver si encontraba un reloj que la dejara satisfecha, a todos los ponía un pero, que si demasiado soso, muy grande, “¡uummm no me dice nada!”. Pero hoy era el día, en una de esas tardes de paseo por el centro, tirando de su brazo hacia los escaparates de las relojerías como si fuera un niño queriendo ir a la juguetería, la sorpresa me la ha dado ella, en un de esos escaparates, de repente escucho un “¡uummm ese me gusta es precioso como a mi me gustan!”, rápidamente la he metido dentro de la tienda para que se lo probara, con el puesto en la muñeca, le veía cara de convencimiento y de ilusión, todo cuadraba incluso el precio y estado del reloj, después de una larga charla agradable con el relojero nos retiramos a tomarnos un café tranquilos a relajar el momento y confirmar impresiones y ella confirmarme que si, hemos vuelto a la relojería y con firmeza pero con mucho respeto me he plantado y le explicado al relojero la historia que llevaba mucho tiempo detrás de comprarle un buen reloj etc y que la veía convencida que si el me terminaba de convencer portándose bien sacaba la tarjeta.
Pues bien si queréis saber cómo acaba la historia sólo tenéis que ver las fotos.
Venir todo el camino a casa viéndola como se miraba la muñeca diciendo lo bonito que es, no tiene precio.
Desde hace mas de dos años estaba enfrascado en la búsqueda de un buen reloj para mi pareja, muchas paginas y modelos mirados, varias visitas al CI,a Marcos para ver si encontraba un reloj que la dejara satisfecha, a todos los ponía un pero, que si demasiado soso, muy grande, “¡uummm no me dice nada!”. Pero hoy era el día, en una de esas tardes de paseo por el centro, tirando de su brazo hacia los escaparates de las relojerías como si fuera un niño queriendo ir a la juguetería, la sorpresa me la ha dado ella, en un de esos escaparates, de repente escucho un “¡uummm ese me gusta es precioso como a mi me gustan!”, rápidamente la he metido dentro de la tienda para que se lo probara, con el puesto en la muñeca, le veía cara de convencimiento y de ilusión, todo cuadraba incluso el precio y estado del reloj, después de una larga charla agradable con el relojero nos retiramos a tomarnos un café tranquilos a relajar el momento y confirmar impresiones y ella confirmarme que si, hemos vuelto a la relojería y con firmeza pero con mucho respeto me he plantado y le explicado al relojero la historia que llevaba mucho tiempo detrás de comprarle un buen reloj etc y que la veía convencida que si el me terminaba de convencer portándose bien sacaba la tarjeta.
Pues bien si queréis saber cómo acaba la historia sólo tenéis que ver las fotos.
Venir todo el camino a casa viéndola como se miraba la muñeca diciendo lo bonito que es, no tiene precio.