Goldoff
Administrador de RE
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Hace unos días asistí a un evento de Breitling organizado por Rabat en el que los asistentes tuvimos ocasión de concienciarnos un poco más de la importancia de cuidar el medio ambiente de la mano de una de las organizaciones patrocinada por Breitling, Ocean Conservancy.
Sé que puede sonar un tanto frívolo que una marca de lujo se preocupe por temas medioambientales, e incluso estoy dispuesto a aceptar que se trata de un tema de moda o marketing y que es "lo que toca" ahora, pero al mismo tiempo pienso que es bueno que "lo que toca" sea esto, porque de alguna forma nos beneficia a todos más allá del público objetivo de estas marcas.
Dicho esto, la acción consistió en recoger residuos de una playa urbana -Barcelona- en la que supuestamente pasan cada día los servicios de limpieza municipales. Acabamos recogiendo casi 20 kilos de latas y botellas de plástico en un área de menos de 1000 metros cuadrados, y yo encontré hasta una lata de espárragos...
Eso sí, íbamos convenientemente equipados.
Como conclusión didáctica, no es oro todo lo que reluce, y aunque veamos la arena sin esas botellas y latas -"lo gordo"- supimos que en un metro cuadrado se esconde una cantidad importante de colillas, trozos de plástico y otras inmundicias. Y tratar de revertirlo es cosa de todos.
Si has llegado hasta aquí leyendo desde el principio te lo agradezco, porque efectivamente vimos relojes, aunque eso fue después. Hay que reconocer que la estrategia de Georges Kern, CEO de Breitling desde su adquisición por CVC está dando unos resultados extraordinarios, y me refiero ahora a la diversificación de modelos y "reestilaje" de las colecciones. A mí me gustan, debo reconocer. Algo que, aparte del Navitimer, hacía años que no me ocurría con esta marca.
Sé que puede sonar un tanto frívolo que una marca de lujo se preocupe por temas medioambientales, e incluso estoy dispuesto a aceptar que se trata de un tema de moda o marketing y que es "lo que toca" ahora, pero al mismo tiempo pienso que es bueno que "lo que toca" sea esto, porque de alguna forma nos beneficia a todos más allá del público objetivo de estas marcas.
Dicho esto, la acción consistió en recoger residuos de una playa urbana -Barcelona- en la que supuestamente pasan cada día los servicios de limpieza municipales. Acabamos recogiendo casi 20 kilos de latas y botellas de plástico en un área de menos de 1000 metros cuadrados, y yo encontré hasta una lata de espárragos...
Eso sí, íbamos convenientemente equipados.
Como conclusión didáctica, no es oro todo lo que reluce, y aunque veamos la arena sin esas botellas y latas -"lo gordo"- supimos que en un metro cuadrado se esconde una cantidad importante de colillas, trozos de plástico y otras inmundicias. Y tratar de revertirlo es cosa de todos.
Si has llegado hasta aquí leyendo desde el principio te lo agradezco, porque efectivamente vimos relojes, aunque eso fue después. Hay que reconocer que la estrategia de Georges Kern, CEO de Breitling desde su adquisición por CVC está dando unos resultados extraordinarios, y me refiero ahora a la diversificación de modelos y "reestilaje" de las colecciones. A mí me gustan, debo reconocer. Algo que, aparte del Navitimer, hacía años que no me ocurría con esta marca.